CARRUSEL, A Claudia y a Durazo les urge lo mismo: “palomita” en seguridad

La Gobernadora y Alfonso Durazo: el mismo dolor de cabeza

A Claudia y a Durazo les urge lo

mismo: “palomita” en seguridad 

Luego de la ríspida relación que se dio entre Alfonso Durazo Montaño cuando dirigía Morena y la gobernadora Claudia Pavlovich, ahora seguramente coinciden en un objetivo urgente: pacificar a Sonora.

Porque contra el tradicional discurso oficial y la justificación facilona de que las valoraciones sobre seguridad pública mucho dependen de la percepción, hay hechos irrebatibles de que la delincuencia está actuando prácticamente sin freno y sin el más mínimo temor –ya no digamos respeto- a las autoridades.

Si los ciudadanos venían quejándose del alarmante incremento de delitos contra las personas y sus bienes, ahora estamos peor, porque la delincuencia no está vacilando en protagonizar una guerra frontal contra las corporaciones policiacas, al grado de que al 19 de mayo ya habían asesinado a 8 policías en lo que va del año.

De ellos, 4 cayeron en Hermosillo y el resto en Empalme, Esperanza, Guaymas y Cajeme.

Y si eso les pasa a elementos capacitados y armados para defender al ciudadano, ¿qué puede esperar éste cuando sale a trabajar o a estudiar y vuelve a su casa, sin más armas que la esperanza de no perder sus bienes o incluso la vida?

Este jueves se sumaron tres hechos más como para confirmar que en materia de seguridad pública muchas bestias andan sueltas, con el asesinato de dos mujeres en Hermosillo y el hallazgo de una niña de 7 años que habían reportado como desaparecida hace una semana en San Luis Río Colorado, también asesinada.

En cuestión de horas, tres feminicidios, que podrían haber sido cuatro, porque acá en Navojoa una mujer se salvó de milagro al ser asaltada por una bestia que la atacó ¡a batazos! en un negocio.

Los números son escalofriantes. Hasta abril iban 16 feminicidios en Sonora, según la Fiscal Claudia Indira Contreras.

Con los nuevos datos la cifra sigue en lamentable y alarmante ascenso, como alarmante es la estadística de que a nivel nacional, cada dos horas y media  asesinan a una mujer.

Hace unos días, la Gobernadora calificó como necesaria la presencia de la flamante Guardia Nacional en Sonora. Se quedó corta: debió plantearlo como urgente.

Con todo, eso tampoco será la solución, pero por lo menos una presencia policiaca reforzada en algo debe inhibir las acciones de los delincuentes, o por lo menos el descaro y la impunidad con la que vienen actuando, porque no es tolerable que cualquier malandro ande en la calle armado con machete, ya no se diga que circulen comandos armados como los que se han detectado a últimas fechas en el estado.

Ese reforzamiento debe ir acompañado necesariamente, como lo planteó ayer la Gobernadora subrayando un “Ya basta”,  con la necesaria coordinación entre los ciudadanos y las autoridades.

“No se vale decir es: el Gobierno o la sociedad, son todos y les pido a todos que colaboremos, a los Gobiernos municipales, a la sociedad en general, el que vea algo raro que lo denuncie”, dijo.

Ese llamado es siempre reiterativo, pero no se caminará nunca con la rapidez que se requiere si la gente denuncia, como lo hace, temerosa por su propia seguridad y la policía tarda en llegar o simplemente nunca llega.

Falta mucho en ese terreno, sobre todo si es un secreto a voces que en las principales ciudades los agentes municipales se preocupan más por localizar ebrios al volante para las arcas del ayuntamiento o las propias, que en proteger a la ciudadanía en las colonias.

Claudia Indira Contreras: jalón de orejas

Sobre esa indispensable coordinación habló la Fiscal Claudia Indira Contreras, en una especie de reclamo para que los ayuntamientos se pongan las pilas con la parte que les toca en la materia, y el primero al que le quedó el chaleco fue al jefe de policía de Hermosillo, Luis Alberto Campa Lastra, que casi pintó como excelente dicha colaboración.

Suena muy bonito, pero lamentablemente los hechos tiran a la basura su dicho, mientras a la Fiscal se le acumulan casos, en una tarea que, es justo decirlo, la señora ha sabido sacar adelante con una altísima eficacia y eficiencia.

Lo demuestra el hecho de que a solo unas horas de encontrarse el cuerpo de la niña en San Luis y de cometerse el brutal asalto en Navojoa, ya tiene a dos presuntos responsables tras las rejas.

Luis Alberto Campa Lastra: no le gustó la verdad

En el caso del asaltante de Navojoa, llama la atención que una vez detenido en Cajeme, le salió un rosario de antecedentes, entre ellos el de que forma parte de una banda de clonadores de tarjetas bancarias que opera en Los Mochis, Navojoa, Guaymas y Hermosillo.

Cuando caen pájaros de cuenta de ese calibre, no deja uno de preguntarse cómo es que andan sueltos haciendo de las suyas. ¿Falla la procuración o la impartición de justicia? Para el ciudadano eso es lo de menos a la hora de reclamar atención, pues lo generaliza en un sólo término: lo que falla es el gobierno, y obviamente ese sentir y esa calificación le cala a Claudia Pavlovich.

Por eso les sobra razón a la Fiscal y a la propia Gobernadora cuando apelan a la participación general ya no para dar con los culpables de tantas atrocidades, sino para evitarlas en lo futuro.

Pero insistimos: no se caminará si las autoridades no empiezan por poner el ejemplo que muchas veces les ponen los vecinos organizándose para defender sus colonias, por el vergonzoso abandono en que las dejan las policías municipales.

Si no hay esa sintonía, y sobre todo si los alcaldes no dejan de hacerse “chombitos” recargándole la chamba a doña Claudia Indira, ni la Guardia Nacional podrá frenar tanta violencia, porque tampoco será mágica ni milagrosa, y sobre todo porque los criminales han probado hasta el cansancio que ya no le temen ni al ejército.

Alfonso Durazo acaba de decirlo en una visita a Michoacán:

“México se encuentra en un estado de emergencia nacional ante el avance de la criminalidad en la mayoría del territorio nacional”, y advirtió que es una crisis "comparable con los tiempos de la Revolución Mexicana”.

De ese tamaño es el problema y de ese tamaño es el reto del sonorense, que para nadie es un secreto aspira a gobernar su tierra. Si desde el altiplano sale con puro jarabe de pico, el que clavará el pico políticamente hablando será él.

Por eso le digo, amable lector, que él y Claudia Pavlovich comparten la misma preocupación y el mismo objetivo. Ella porque sabe que con balaceras y matazones por doquier su gobierno está muy lejos de merecer “palomita” en seguridad pública, y él porque para merecer el gobierno del estado necesita demostrar que tiene la inteligencia, la capacidad y los arrestos necesarios para enfrentar y por lo menos diezmar a ese monstruo de mil cabezas.

Sobre todo en la tierra que aspira a gobernar. Seguramente Durazo lo tiene muy claro: o el cargo lo catapulta, o lo sepulta políticamente.

Pero, repito: nadie caminará si unos chambean y otros nadan “de muertito”, como los alcaldes chambones y los policías mordelones, mientras las bestias siguen sueltas y multiplicándose, para pavor del ciudadano.