CARRUSEL: · El aborrecible nepotismo detona corrupción en el CEDEMUN
Por Víctor Fausto Silva D.
Al inicio de la actual administración estatal, comentamos aquí del gasto inútil que significaría mantener a la Contraloría y la Fiscalía Anticorrupción, habida cuenta de que (se suponía) había llegado al poder la gente más inmaculada que pudo encontrar el gobernador Alfonso Durazo.
Sin embargo, a la vista de lo detectado en el CEDEMUN, donde su titular está acusado de corrupción, tendremos que desdecirnos, porque contra lo prometido por el propio Durazo de que no admitiría “ratas” en su gobierno, parece que se le colaron algunitas.
Tadeo Amavizca: Tufo de corrupción |
De ello está dando testimonio Tadeo Arturo Amavizca Moreno, Vocal Ejecutivo del Centro Estatal de Desarrollo Municipal, sobre quien ya puso la lupa la Contraloría de la Secretaria de Gobierno - de ahí depende administrativamente-, porque el señorito se pasó por el arco del triunfo el compromiso del gobernador de desterrar los viejos vicios del aborrecible PRIANato, entre ellos el del nepotismo.
A las primeras de cambio, Amavizca Moreno mandó por un tubo a su jefe y jaló desde su familia a un tío, Gerardo Moreno Velarde, y no precisamente como encargado de intendencia, sino como Director General de Información y Gestión Municipal.
El nombramiento conlleva el nada despreciable sueldo de 27 mil pesos mensuales, a los que se suman otros ingresos por esos bonos tan típicos de la alta burocracia, que con todo y la pobreza franciscana, también siguen existiendo en la 4T, faltaba más.
Este es el vehículo asignado al tío |
Además, ¿Por qué renunciar a ellos, cuando llegan a manera de caluroso apapacho familiar del que seguramente es el sobrino favorito?
Ooobviamente, un cargo de ese nivel permite acceder a otros beneficios muuuy ajenos a los simples mortales, como viáticos, vehículo oficial y por supuesto, gasolina.
El problema es que además de incurrir en nepotismo, al sobrino y al tío se les enredó la piola, porque a raíz de la denuncia a la que ya da curso la Contraloría, están trascendiendo otras situaciones que dejan a ambos muy mal parados.
Al sobrino, porque según cuentan dejó chequera abierta en cuanto a los viáticos y a la asignación de un vehículo que aún siendo de gobierno, Gerardo Moreno Velarde utiliza como propio. Y como no trae distintivo oficial, puede hacer uso de él hasta los fines de semana. ¡Qué austeridad ni qué las hilachas!
Y en cuanto al tío, nos lo reportan como víctima del síndrome del ladrillo: en cuanto se subió al que generosamente la regaló su sobrino, empezó a ver a todos para abajo y a tratarlos con la punta del pie. En el CEDEMUN no lo bajan de déspota.
Lo que no se sabe a estas alturas del juego, es si Tadeo Arturo Amavizca Moreno hace de las suyas a sus anchas por sentirse cobijado por el Secretario de Gobierno Álvaro Bracamonte Sierra, o porque sigue creyéndose hijo putativo de Jesús Valencia Guzmán, aquél fugaz jefe de asesores del gobernador Durazo que lo dejó en el CEDEMUN, cuando repentinamente voló para asumir la Dirección de Operaciones de Diconsa a nivel nacional.
En todo caso, ninguno de los dos supuestos le ayuda mucho que digamos al mandatario estatal, porque situaciones como las que se están evidenciando en el CEDEMUN mandan al cesto de la basura su discurso de que Sonora ya cambió, porque ya se fueron los bandidos que por décadas exprimieron todo lo que pudieron.
De momento, la averiguación corre por cuenta de la Contraloría de la Secretaría de Gobierno, con folio OIC_SG127202 y habrá que esperar el desenlace, aunque bien puede caer luego en las esferas de la Contraloría General del Estado o la misma Fiscalía Anticorrupción, donde al parecer su titular Rogelio López García ronca a pierna suelta, porque no se ha sabido que haya desahogado ninguna de las denuncias que por liachos ha recibido esa dependencia.
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