CARRUSEL La lección desde Cabildo: hay tiempo de enderezar el rumbo

Chayito Quintero: votaron por ella, no por su equipo

La lección desde Cabildo: hay

tiempo de enderezar el rumbo

Lo que pasó con la destitución del tesorero municipal Jesús Antonio Covarrubias Aguilar por el Cabildo debió dejarle a la alcaldesa Chayito Quintero Borbón varias lecciones, que bien analizadas - con la cabeza fría, no sujeta a pasiones personales y políticas-, puede revertir a su favor para relanzar su gobierno y demostrarle a la gente que no se equivocó al depositar su confianza en ella.

Primero, debe recordarle que en política ni las victorias ni las derrotas son para siempre, como tampoco son eternas las alianzas ni las mayorías que en determinado momento permiten aplastar a los contrarios. Segundo, que a excepción del Síndico Procurador integrado como compañero de fórmula electoral, los navojoenses votaron por ella, no por su equipo, y sobre ella pesa la responsabilidad de la conducción del Ayuntamiento.

Tercero, y a propósito de ese equipo, la sesión de Cabildo evidenció que lamentablemente la señora alcaldesa carece de asesores preparados y confiables, porque hasta horas después -seguramente advertidos por algún “soplón” externo- el Director Jurídico y el Secretario del Ayuntamiento salieron a pregonar que la remoción de Covarrubias fue ilegal, porque supuestamente no se alcanzaban los votos requeridos para ello.

Felipe Abel Merino Aragón: 

por vergüenza debería irse

No se entiende entonces, salvo por manifiesta ineptitud, cómo ninguno de los dos, siendo abogados, detectó la garrafal pifia durante la sesión dejando a la presidenta municipal en la estacada y sin uno de los brazos operativos más importantes de toda administración.

Su ignorancia expuso a la alcaldesa a la penosa situación de darle hasta las gracias y externarle su reconocimiento al funcionario saliente –que incluso se despidió de su personal- y luego a defenderlo, en lo que se avizora un nuevo choque con los regidores.

De hecho ya inició, porque este sábado, ante los micrófonos de La Mejor donde atinadamente conduce “El Pariente”, el Jurídico Felipe Abel Merino Aragón se sostuvo en que el Tesorero se queda y no fue muy lejos por la respuesta. Los regidores le reviraron recordándole que el fallo está dado y en todo caso deberían impugnarlo en tribunales, pero en vía de mientras y si insiste en seguir en funciones, Covarrubias y la propia alcaldesa podrían incurrir en desacato, si no es que en otros delitos igual o más graves que ese.

¿Qué necesidad, pues, de andar en esos berenjenales? El que debería seguir el mismo caminito que Covarrubias es Merino Aragón, por vergüenza, por permitir que lo “chamaquearan” como si no fuera un profesional del Derecho. Porque si ahora se empecina en optar por el litigio, no hará otra cosa que enredar más la piola y crearle nuevos problemas a la alcaldesa, todo por su ineptitud.

Por eso decimos que el caso del Tesorero deja varias lecciones, entre ellas también la de someter a revisión el desempeño de quienes ocupan el primer círculo en torno a la alcaldesa, que ninguna necesidad tiene de andarse exponiendo en los desbarres de sus colaboradores.

Si errar es de humanos, corregir también lo es y enaltece a quien lo hace, sobre todo si sus decisiones impactan en la ciudadanía que con su voto los llevó al poder.

Este viernes, pasándole la guillotina a Covarrubias Aguilar por pérdida de confianza, a los integrantes del Cabildo por fin les cayó “el veinte” de que también llevan sobre sus hombros la corresponsabilidad de gobernar.

Y aunque la sesión de los regidores casi se convertía en una cena de negros que terminó decidiendo la salida del Tesorero por 11 votos a favor, 9 en contra y una abstención, el Cabildo probó en los hechos la importancia de los contrapesos.

Lo que extrañaría en todo caso es que los señores regidores hayan dejado pasar 8 largos meses sólo quejándose de ineptitud, dispendios y sospechas de corrupción, en vez de asumir su responsabilidad y tomar cartas en el asunto de forma tan contundente como lo hicieron esta vez. Pero en fin, allá cada quien –y su partido- con sus estrategias y sus tiempos.

Por lo que toca al hoy ex Tesorero, es tan válido que se haya puesto el huarache antes de espinarse como su pretensión de que por el honor de su familia se le pidan disculpas incluso a nivel galáctico si luego se comprueba que - inmerso en el caso del llamado “Valegate”-, su despido resultara injustificado, pero como le recordó alguien en la misma sesión; nadie tuvo esa consideración con el ex titular de Programación del Gasto, Javier Garcés Rivas, a quien poco faltó para que lo sacaran a empujones de su oficina y escoltado por chotas, mientras nadie decía nada.

Jesús Antonio Covarrubias: el empate

A Covarrubias Aguilar se le olvidó que donde hay unos hay otros, y ahora le tocó que se le aparecieran los otros. Si se tratara de un partido de futbol, pensaríamos que está empatado: el equipo en el poder tumbó primero a Garcés y ahora el Cabildo despachó al Tesorero. Van 1-1.

Fuera de comparaciones simplistas, el caso es que ante un hecho consumado de tal magnitud, la alcaldesa Chayito Quintero tampoco puede ni debe quedarse impávida viendo para los lados, porque para bien o para mal, fuera de fobias o filias partidistas o personales, sigue siendo la cabeza del ayuntamiento y no la eligieron como réferi de conflictos internos, sino para responderle a la ciudadanía, una tarea en la que ya se está tardando y está debiendo.

Si por novatez o por comodidad se encerró en esa insonora burbuja que suele dar el poder, donde nada más huele a incienso y se oyen cánticos de alabanza, todavía está a tiempo de enderezar el rumbo.

Claro que para ello tendría que analizar las cosas fríamente, evaluando resultados propios y de sus colaboradores, eso sí, con la absoluta certeza de que mientras éstos sigan fallando la ciudadanía la culpará a ella.

En fin. El asunto es que la presidenta municipal tiene ante sí la invaluable oportunidad, que mucho le agradecerían sus gobernados, de dar un golpe de timón y reorientar su gobierno.

Todavía hay tiempo. Sobre todo si tiene la mira puesta en el 2021…