Header Ads

CARRUSEL: · Salas Chávez: con el tigre de la rifa · Nueva línea: ¡al diablo los problemas!


Por Víctor Fausto Silva D.


Asumió ya su cargo como nuevo Fiscal General de Justicia Gustavo Rómulo Salas Chávez, y coincidirá conmigo, estimado lector, en que de entrada habrá que darle el beneficio de la duda. Acaba de sacarse el tigre de la rifa.

Además, ¿qué otra cosa queda si no la esperanza, en tiempos tan aciagos como éstos, donde la inseguridad y la violencia se enseñorean a lo largo y ancho no sólo de Sonora, sino del país?

Salas Chávez llega como la apuesta fuerte del gobernador Alfonso Durazo para moverse en un terreno minado, y aunque apenas va sentándose en la silla, adelantó algo de lo que pueden esperar de él los sonorenses.

Gustavo Salas: No
más ocurrencias


Sonó algo exagerado eso de que trabajará las 24 horas del día (ya ni el Peje, que no duerme por andar boxeando), pero tomándolo en sentido figurado marca su compromiso por fajarse en serio, de lo cual –para bien o para mal- terminarán hablando los hechos, y esa cruda y terca realidad que termina por hacer pedazos cuanto discurso triunfalista se les ocurre a los gobernantes.

Salas Chávez habló de elaborar un diagnóstico sobre el cual fincará su programa de trabajo, aunque no estaría de más recordarle que de diagnósticos la gente está hasta el copete. Lo que se requiere son resultados, y quizás en ese contexto encuadra su compromiso de hacer las cosas seriamente “para no caer en ocurrencias”.

Eso ya sería ganancia, porque las ocurrencias tienen bueeen rato marcando el rumbo del país, aunque luego caigan por su propio peso y ya sin margen para culpar a los malignos y demoniacos antecesores. Verbigracia el INSABI, creado y –para Ripley- ¡desaparecido este mismo sexenio! por su rotundo fracaso. Seguramente lo embrujó Felipe Calderón.

Ceci Flores:
Agraviadas y
amenazadas


Tomemos entonces como esperanzador el hecho de que el nuevo Fiscal no llegue echando rollo sino comprometiéndose a cumplir con acciones, porque para empezar, llega al cargo en medio de señales por demás ominosas, como que en Cajeme siguen matando y enterrando por el mismo precio (con diez ejecutados y varios “levantados” nada más la semana pasada), o con la denuncia de Ceci Flores, cabeza de las Madres Buscadoras, quien acaba de denunciar que está siendo amenazada de muerte.

Su denuncia a través de redes sociales es estrujante:

“Estoy siendo torturada psicológicamente por personas que, no sé, desconozco quiénes sean y no voy a decir que es un cártel o una autoridad porque no sé de dónde vienen las amenazas, que cada vez han sido más fuertes“,

“Me han enviado fotografías de personas siendo torturadas y descuartizadas diciéndome que así puedo terminar yo. Tengo miedo pero tengo más miedo de irme de este mundo sin encontrar a mis hijos, por lo cual exijo al estado que se investigue sobre las amenazas que recibo día a día”

¡Qué afrentoso y qué vergonzoso debería resultar para todo el aparato de justicia que estén presentándose casos así! De por sí, las pobres mujeres de los colectivos de búsqueda trabajan prácticamente con las uñas rastreando de perdida los restos de desaparecidos y haciendo una labor que debe realizar el Estado, como para que todavía vivan con el Jesús en la boca por amenazas constantes.

Ahí está un “torito” para el nuevo Fiscal General, especialmente si tanto se ha presumido la efectividad de la llamada Policía Cibernética a la hora de evitar extorsiones o abortar secuestros que luego resultan sólo virtuales, aunque mucha gente caiga en el garlito y pague las exigencias de los criminales.

Si tan efectivos son para el rastreo de los autores, ¿a poco no son capaces de seguirles la huella por el llamado ciberespacio y luego detener a los autores de tales amenazas?

No, no la tendrá fácil Gustavo Salas Chávez, pero seguramente también sabía que Durazo no lo mandaba a dormitar en un lecho de rosas.

Habrá que esperar resultados, sí, pero también que empiecen a darse en un plazo prudente, sin caer en la justificación de lugares comunes como los de “ajustes de cuentas entre bandas rivales” o “la víctima tenía antecedentes criminales”, que sólo sirven para engrosar expedientes que no llegan a ningún lado, como no sea a engrosar la impunidad.

De esos pretextos también está harta la gente.

¡Al diablo los problemas!


Si en uno de sus tantos arranques López Obrador llegó a vociferar “¡al diablo las instituciones!”, ahora la nueva consigna parece ser “¡al diablo los problemas!”, porque mientras éstos se multiplican como hongos, los señores del gran poder ni los ven ni los oyen, como diría el odiado Carlos Salinas de Gortari.

Hablando específicamente de los productores que mantienen tomadas las fantasmales oficinas de la Secretaría de Agricultura en Cajeme exigiendo precio justo para sus cosechas, los traen del tingo al tango sin que autoridad alguna les resuelva, simple y sencillamente porque en este país, primero es la grilla que la resolución de lo verdaderamente prioritario.

Todos andan en la pelotera de la sucesión presidencial, empezando por López Obrador, que de plano ya parece boxeador tirando golpes a diestra y siniestra contra los fantasmas de su propia invención, o el Secretario de Gobernación, auto promocionándose como corcholata o en plan de matraquero apoyando a los candidatos de Morena en Coahuila y el Estado de México.

A todos les valió cuete tirar a la basura su discurso sobre aquél cacareado “apoyo histórico al campo” o el logro de la autosuficiencia alimentaria.

Ahí tienen a los agricultores sin siquiera ponerles un interlocutor enfrente para resolver sus justas demandas, lo que sólo conducirá a la radicalización de las protestas…que luego serán desacreditadas desde la mañanera como “orquestadas por los conservadores”, “nuestros adversarios” y una letanía de insultos que sólo terminarán por echarle más gasolina al fuego.

AMLO: En un mundo
rosita


Nadie escucha, nadie atiende y mucho menos resuelve. Todos andan en el festín corcholatero, como si al pueblo y a los sectores productivos realmente les importara sobre quién soltará el dedazo López Obrador.

Los problemas ahí están, y en vez de sofocarlos, los dueños del poder prefieren soslayarlos, bajo su torcida óptica de que en el paraíso donde se mueven, todo es color de rosa y no pasa absolutamente nada. Y cuando pasa, simplemente hay que descalificarlo para que desaparezca.

Ahí está la gente del campo, la que produce alimentos para todos, genera muy buen número de empleos y dinamizan la economía regional, dejados a su suerte cuando ya le invirtieron y esperan recuperar por lo menos una modesta ganancia. Pero no: primero es la grilla barata que todo lo contamina y todo lo tuerce.

Y no: no se trata de ser “adversario” ni de ir contra la pretendida Cuarta Transformación (que ya pinta para transformación de cuarta), sino de toparse con una realidad que derrumba el triunfalismo y el discurso oficialista.

Creen que cerrando los ojos o enterrando la cabeza como el avestruz lograrán que los problemas desaparezcan. O apostándole a que desaparezcan por decreto, de ésos que tanto le gusta emitir al señor Presidente.

Agricultores: Primero
la grilla


A ver cuándo dejan de lado la matraca electorera y se ponen a trabajar, porque en el caso específico de los agricultores, la rabia va creciendo y amenaza con agravar un problema que a fin de cuentas es de pesos y centavos.

Más aún: se está hablando de cantidades que comparativamente hablando, serían como un pelo de gato respecto a lo que está tirándose en obras faraónicas como el Tren Maya, o una refinería que no ha refinado un mísero litro de gasolina, pero que eso sí: tragan presupuesto como si con ellas se fuera a salvar al mundo.

(Estábamos por terminar estas líneas, estimado lector, cuando nos enteramos que en la mañanera de hoy, López Obrador dijo textualmente: “no hay mal humor (social), la gente está contenta, feliz, requetebién”. Le digo: vive en otro mundo, hecho por él y para él. Seguramente los agricultores le aplaudieron a rabiar…contentos, felices, requetebién, pues).

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.
Estamos utilizando cookies para brindarle la mejor experiencia en nuestro sitio web.
Puedes obtener más información sobre las cookies en la sección POLÍTICA DE PRIVACIDAD