Header Ads

Carusel: El poeta, Chayito Quintero y el sadomasoquismo

La alcaldesa: Con el lastre a cuestas
Pasada la humareda del conato de incendio entre la alcaldesa, el sindicato de Oomapasn y la fuerza de choque del esquirol y porro Ramón René García Vallejo, es hora que nadie atina a explicar formalmente cómo y qué se negoció para levantar el movimiento de protesta de los sindicalizados que dirige Orlando “Polito” Lara.

Lo único que hasta ahorita queda claro es que, ninguneados y descartados los mediadores oficiales, intervino gente externa de mano bastante pesada, la suficiente como para leerles la cartilla y aplacar lo mismo al “Polito” que a Chayito Quintero, para que de una vez frenaran tanto alboroto.

Ante el silencio de las partes (quizá porque todavía le buscan la cuadratura al círculo y la manera de no exhibirse tan raspados), lo que se supo extraoficialmente es que el arreglo se basó en la indispensable apertura en posiciones que parecían irreductibles, de tal manera que el proceso se encarrilará por los cauces legales.

Con el proceso de emplazamiento a huelga repuesto, Lara Alcántar tendrá la oportunidad de negociar las nuevas plazas sindicalizables, su permanencia y/o finiquito en la propia y por ende seguir al frente de sindicato, mientras la alcaldesa recuperó no sólo sus oficinas, sino el funcionamiento normal de las áreas de recaudación, que es donde más daño estaba resintiendo.

¿Qué ambos salieron ganando? Podría pensarse, visto así de simple el resumen, pero todo tiene sus saldos negativos, especialmente para la alcaldesa en un punto toral para todo gobernante, porque ooootra vez lució espantosamente sola a la hora de enfrentar conflictos como el que ahora le plantó el sindicato de Oomapasn, pero que han sido una lamentable constante desde que asumió el cargo.

Se entiende que la maestra se cierra a escuchar razones por su propio carácter impositivo e irascible, pero aquí las cosas son peores por la absoluta carencia de un operador político que la oriente y le quite los golpes, que apuntale la gobernabilidad como encargado de la política interna, de la coordinación con todas las dependencias y sobre todo, que sea capaz de mantener una relación de diálogo y concertación con las diversas fuerzas políticas representadas en el Cabildo.

Todo eso en conjunto termina por contribuir a que la cabeza del ayuntamiento goce de una imagen de eficiencia y de cordialidad digna de respeto.

Ningún gobernante, por experimentado que sea, podrá sacar solo la tarea sin una eficaz mano derecha.

El poeta: Factor de intriga y golpeteo
Nada de eso se ha visto desde que arribó a la Secretaría del Ayuntamiento Jesús Guadalupe Morales Valenzuela, que en su currículum lo más presumible fue su paso por la alcaldía de Etchojoa, en un trienio más recordado por gris y anodino que por sus logros.

Aquí los papeles se invirtieron y en vez de operar para la buena marcha de la administración, Morales Valenzuela se convirtió en un factor de discordia, de intriga y golpeteo bajo, polarizando la relación con el Cabildo al grado de que en reiteradas ocasiones se le ha exigido a la alcaldesa que lo despida.

Entonces y en abandono de funciones, el secretario dejó de lado su responsabilidad esencial para erigirse de facto en director de imagen de Chayito Quintero –de ella, no del Ayuntamiento- y lo mismo se convirtió en camarógrafo personal que en adulador en redes sociales y orquestador de campañas difamatorias contra cualquiera que la extraviada alcaldesa identifique como detractor de su gobierno.

Como corolario y por si no se bastara él solo para orquestar bajezas, Morales Valenzuela incorporó a la nómina a otros arribistas de su ralea, dizque expertos en manejo de imagen, cuando no pasan de ser mercenarios a la orden del mejor postor.

Todo eso y más ha visto y dejado pasar la alcaldesa, aun conociendo la importancia que reviste el cargo de secretario del ayuntamiento, que ella desempeñó en Álamos durante el gobierno panista del doctor Joaquín Navarro Quijada.

Si su compromiso con el infumable poeta es político o personal, sólo ella lo sabe, pero para efectos prácticos y a la vista de todos, Morales Valenzuela no es sino un pesado lastre que Chayito parece llevar a cuestas con el placer de un sadomasoquista. Sabe que le hace daño, que la lastima y la está hundiendo…y aun así lo quiere y lo sostiene.

Qué pena por ella, porque mareada en ese embeleso, pasará el resto del trienio encarando personalmente hasta los pleitos de perros callejeros, mientras el poeta toca indolentemente la lira y echa mano de la caja donde generosamente –con dinero ajeno- su musa le depositó para este año 12 millones de pesos, un soberano insulto considerando su ineptitud y la opacidad de su dependencia y las crecientes necesidades de un municipio con graves carencias.

En cuanto a Ramón René García Vallejo, el tercer elemento involucrado en el sainete de la extraña resolución, seguramente está a la espera de que su servilismo sea premiado por la alcaldesa, no sólo por haberle dado asilo en sus propias oficinas, sin por los lamentables papeles de esquirol y porro que se prestó a interpretar contra el sindicato de Oomapasn.

Lo que no visualiza es que aun poniéndose de tapete, ya metió en un brete a Chayito Quintero en sus ansias por sindicalizar a 55 trabajadores más, porque según afirmó la alcaldesa en una de sus últimas y lacrimógenas ruedas de prensa, “el presupuesto de Navojoa ya no aguanta” para echarle más gente encima. (Apenas alcanza para que sus asesores y porristas se incrementen generosamente partidas y sueldos).

No pasará mucho para ver si la alcaldesa se sostiene en lo dicho o termina por premiar en lo oscurito a quien le rindió pleitesía como descarado palero.

(La otra arista sobre la petición de juicio político contra la presidenta municipal merece análisis aparte, porque también tiene sus asegunes…)

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.
Estamos utilizando cookies para brindarle la mejor experiencia en nuestro sitio web.
Puedes obtener más información sobre las cookies en la sección POLÍTICA DE PRIVACIDAD