Mentiras o verdades de la 4T
Hermosillo, Sonora a 13 de Julio de 2023
Por Fernando Moreno Chávez
Primera mentira: La guerra de antes
Antes de 2018 estuvimos en guerra: durante el sexenio de Calderón se documentaron 80 mil 686 asesinatos y con Peña Nieto 102 mil 594. Granadas, coches bomba, armas de alto poder y drones de ataque con explosivos alientan la percepción bélica de esas administraciones.
Sin embargo, en lo que va de este sexenio al que solo le resta un año el escenario no es igual, es peor. De 2019 al 14 de junio del 2023 se registran 156 mil 204 homicidios dolosos, mientras el discurso del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y su sistema de Seguridad Pública se centran en la premisa de que sus antecesores no atendieron las causas sociales que dan origen al crimen organizado y por ello son los culpables de tantos muertos a manos de la delincuencia.
Durante la llamada 4T el crimen organizado se apoderó de espacios públicos y municipios completos, diversificó su actuación. Los asesinatos incluyen a infantes, mujeres, jóvenes y periodistas. Es la cifra más alta de víctimas fatales en la historia de nuestro país en lo que va del sexenio. Pero el discurso presidencial es que la guerra fue antes. Ahora no.
Segunda mentira: Primero los pobres
Las políticas sociales son un logro, a mi ver, lo mejor que se ha hecho en el sexenio. El apoyo a adultos mayores, becas a estudiantes y generación de oportunidades de trabajo a jóvenes son un derecho al que el estado intenta responder.
Pero mujeres y niños quedaron por fuera. ¿misoginia o machismo? Quizá ambos. Por los caprichos del presidente, de un día para otro se cancelaron las guarderías públicas, dejando a tantas madres trabajadoras y a sus hijos a la deriva para que se las arreglaran como pudieran. Para ellas no hubo plan B, ni C, más que lo que pudieran conseguir por su cuenta y riesgo. Tampoco hay medicamentos para niños enfermos de cáncer, ni apoyo para jefas de familia.
La política social de “primero los pobres” es una mentira para ganar votos. Las siguientes elecciones federales confirmarán el éxito o fracaso de la estrategia. Se perdió la idea del respeto a los derechos humanos de la población vulnerable y ganaron las políticas asistencialistas como estrategia de campaña.
Tercera mentira: Los empresarios son liberales y por lo tanto malos para México
Desde el púlpito de las mañaneras se promueve la lapidación virtual. La primera piedra es la palabra neoliberal y aplica para cualquiera que no se pliegue con sumisión extrema a los designios del mesías presidencial.
Desde esa óptica ¿qué son los empresarios y qué posición juegan en el régimen cuatroteísta?, ¿Ser empresario es ser fifí, neoliberal y contrario a las políticas del gobierno?
¿Deben suspender sus actividades y centrarse en alabar los proyectos faraónicos y los castillos en el aire que no mantienen a la economía caminando?
¿Debemos ciegamente creer en un mesías misógino y machista, soberbio y adorador de la milicia?
La historia de los países que abandonan los mercados termina en la ruptura de su economía. La supuesta lucha entre fifís y chairos no le sirve a nadie, por mucho que le guste a AMLO pregonarla como eje de su discurso mañanero, es la economía la que mueve al mundo. Con dinero circulando funcionan los ciudadanos, funcionan los gobiernos y funcionan los países.
¿De dónde sale el dinero para que el gobierno trabaje? Obviamente de los ciudadanos, de las empresas y de las empresas públicas que trabajan para generarlo, pero la realidad es que PEMEX y CFE aportan pocos recursos; LitioMX solo pide, y no se avizora un escenario a corto, mediano o largo plazo en el que produzca algo, mientras que SEGALMEX solo genera pérdidas con su corrupción.
Cuarta mentira: Reforma fiscal
Mientras no haya una reforma fiscal en la que los más ricos paguen más impuestos y a los que menos ganan se les cobre lo justo, nunca se nivelará la calidad de vida. Hoy se cobra el ISR a todos los trabajadores, mientras que a las grandes empresas se les perdona.
Es ridículo el impuesto sobre la explotación minera para el nivel de utilidad que genera. Los grandes corporativos reciben donaciones de los gobiernos en terrenos, en agua, en impuestos con tal de que inviertan. El ciudadano de a pie recibe todos los aumentos de impuestos y más.
Quinta mentira: La omnipotencia presidencial
En 2018 aspiramos a un gran cambio, pero hemos terminado en una sola pista de aterrizaje, donde hay un solo hombre que se erige como el piloto de todos. Se siente mesías, adivino y tocado por Dios. Solo él manda. Es quien tapa y destapa corcholatas y de paso descalifica los poderes de la nación. Es el más claro exponente del culto a la personalidad.
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