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CARRUSEL: Durazo y las piedritas, el Cecytes, doña Gracia Anduro y Poncio Pilato


Por Víctor Fausto Silva D.


Este martes allá en su rueda de prensa en Hermosillo, el gobernador Alfonso Durazo tocó varios temas con “carnita” para el análisis, por lo espinoso y polémico de los mismos, lo cual hace rato no se veía.

Es más, parecía que ya estábamos en el mundo rosita donde tanto les gusta retozar a los gobernantes, cuando a cualquier simple mortal le pega el tufo porque más de una situación apesta o anda de cabeza.

Entonces se teme que el gobernante ande nadando “de muertito”, pero para ser justos, este martes el gobernador le pegó una sacudida a la mata en tres asuntos específicos donde la maledicencia popular ya agarraba vuelo:

1.- El caso del llamado “librogate” en el Cecytes, que hasta donde se sabe sirvió para clavar la uña lindo y bonito en el presupuesto inflando costos de los libros de texto, con la secuencia de que ya rodó la cabeza de la titular, la maestra Gracia Anduro Grijalva, que había librado el primer corte de maleza en esa institución.

2.- Su segunda y más firme aclaración de que su gobierno no tiene constructores divinos ni está recibiendo “moches” de nadie, “porque no somos iguales”, y

3.- Su afirmación tajante de que jamás fue secretario particular del hoy apestado Genaro García Luna, una versión por lo cual le han tupido duro en las redes sociales.

Permítame, estimado lector, señalar que los puntos 2 y 3 no ameritan mayor profundización en su lectura, sólo el deseo de que respecto a los constructores, efectivamente esté viviéndose una nueva era, ajena a los favoritismos y la corrupción de antaño, y en cuanto a García Luna y esas lacras, pues también, porque estaríamos lucidos de que el Gobernador tuviera las manos sucias por encubrir a unos o a otros de los que están ensangrentando el estado.

Salió pateando el pesebre…


Guillermo Noriega:
¿Y lo manoteado?


En el caso del Cecytes y el “Librogate”, ya se había adelantado que el Contralor Guillermo Noriega Esparza saltó de la hamaca y le metió lupa, primero suspendiendo a varios administrativos obviamente salpicados en el descarado manoteo, sólo que ahora además, la guillotina alcanzó a la Directora General Gracia Anduro, que se había quedado agachadita y muy espichadita.

Porrr supuesto, el guillotinazo fue maquillado (por ella) como renuncia voluntaria, lo que no se traga ni un chamaco de kínder, sólo que a todas luces teñida de berrinche y un mal disimulado resentimiento hacia sus superiores. Su texto de salida evidencia que se fue pateando el pesebre.

Ahora, Noriega Esparza actualizó el saldo:

“Se instruyó el cese de seis servidores públicos, ya no suspendidos, desde la semana pasada se instruyó su cese, incluyendo el cuerpo administrativo e integrantes del Órgano Interno de Control de Contraloría, que no advirtieron la situación ya que pudieron haberla parado”, con el colofón-advertencia de que “en cualquier otra dependencia terminaremos actuando, ya sea con o sin denuncia pública”.

Durazo: El primero en
reconocerlo…


A Noriega Esparza le faltó aquél remate clásico de llegar “hasta las últimas consecuencias”, pero lo daremos por obvio, (como obvio esperar que haya castigo y se recupere el dinero manoteado) considerando el antecedente de que fue el propio gobernador Durazo el que semanas atrás tomó el toro por los cuernos, y tácitamente admitió que el Cecytes despedía el inconfundible olor a corrupción.

La secuencia del asunto parece confirmar que al de Bavispe le llenaron el saco de piedritas, al grado de pedirle “la bola” a doña Gracia, lo que no sucedió de inmediato al estallar el escándalo, suponemos que por cortesía…o por esperar que la propia maestra agarrara camino o entendiera la línea de que nadie puede manchar la sacrosanta imagen de Morena.

Quizás por eso ella no sólo se hacía a salvo, sino incluso encaminada a obtener la candidatura de Morena a la alcaldía de Etchojoa, donde hasta le dio por placearse repartiendo dulces y chácharas, como si fuera Santoclós adelantando la navidad.

Ahora, en su carta de renuncia, sostiene que se la jugó con todo y si bien dio lo mejor de sí en el cargo, podría haber avanzado más, de no ser porque “en este caso, como tuve oportunidad de externar, no se pudo constituir ese equipo de trabajo a mi cargo”.

(Por la carencia de ese equipo) y “lejos de lograr ese cambio, la dependencia a mi cargo ha recibido golpes mediáticos en los que se señala a mi persona como ladrona y corrupta, situación que emana de la ausencia de un debido cumplimiento de los deberes de las personas que integran cada una de las áreas responsables de esta dependencia”.

Hasta ahí la parte medular del documento donde evidentemente culpa a los subordinados por el trinquete, pero deja ver que nunca pudo conformar un equipo con gente responsable y de su confianza.

¿Metería, como Ignacio Ovalle en Segalmex, a puro priista mañoso, como justificó López Obrador el saqueo en esa dependencia?

Aarón Grageda:
¿Sería el maloso?


¿Para quién fue la pedrada entonces, si se supone que un Director General tiene facultades para escoger y nombrar (o mínimo, proponer para que se lo palomeen arriba) a su equipo más próximo?

¿Le estorbaría el titular de la SEC y jefe directo, Aarón Grajeda? ¿Sería el Secretario de Gobierno Álvaro Bracamonte? ¿Quién o quiénes fueron los malosos que le metieron zancadilla a la señora?

Gracia Anduro:
Asesorada por Poncio
Pilato


Vaya usted a saber, estimado lector, pero la carta parece haber sido dictada por el espíritu chocarrero del mismísimo Poncio Pilato, aquél que resultó un hacha para repartir culpas…

(Por lo demás, se ve que tiempos traen tiempos: antes un funcionario “renunciaba” por motivos de salud o “por así convenir a sus intereses”. Ahora renuncian ¡por culpa de su propio equipo! Qué récord!)

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