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CARRUSEL: · Desde Cajeme, cachetada con guante blanco para Shirley


Por Víctor Fausto Silva D.


Vaya campanazo el que soltó desde Sinaloa la diputada federal del sexto distrito, la morenista Gabriela Martínez Espinoza, al anunciar que ya aterrizaron los recursos federales para seguir con el revestimiento del canal principal de riego Fuerte-Mayo, parte clave del Plan Hidráulico del Noroeste, demorado durante décadas.

En Culiacán, la legisladora cajemense atestiguó la firma del convenio para la entrega de 20 millones de pesos de la Conagua a directivos del Módulo 5 de Riego Fuerte-Mayo Sinaloa, de un total de 50 millones gestionados por ella ante el gobierno federal.

Una excelente noticia, sin duda, para los agricultores del sur de Sonora, porque además, los restantes 30 millones ya están también aquí, en la Comisión Estatal del Agua, de donde serán canalizados a los usuarios del Módulo 2 Fuerte-Mayo Sonora.

Esos recursos servirán para revestir 2 kilómetros de canal (faltarían 5.2 kilómetros, programados para terminarse el 2024), lo que permitirá incorporar al riego 2 mil 400 hectáreas, en beneficio directo de 560 familias de cuatro ejidos en Huatabampo.

Una vez concluido dicho canal, serán 7 mil hectáreas las que podrán cultivarse en esos ejidos, incorporándose además un ejido de Navojoa.

Gabriela Martínez:
Trabajo, no grilla
barata

Motivos de sobra, pues, para revivir las esperanzas de los productores de esa región, y excelente botón de muestra el que da la diputada Martínez Espinoza, de lo que se puede lograr trabajando y fajándose en serio de la mano de alcaldes y productores, especialmente porque en este caso no corresponden a su distrito.


De esa coordinación seguramente dan testimonio presidentes como el de Álamos, Víctor Manuel Balderrama, el “Mayito” Martínez en Navojoa y Jesús Flores Mendoza en Huatabampo, a quienes la legisladora cajemense ha mantenido al día sobre sus afanes por aterrizar aquí obras tan importantes como esa del Plhino.

Lo que está demostrando además es que ella sí trabaja y sí le entiende al compromiso que se echó encima ganando en las urnas, un mundo de distancia y de diferencia con su inefable par del séptimo distrito, Shirley Vázquez Romero, a quien le tocaba gestionar dicho paquete, de no ser porque la maestra mandó por un tubo a sus electores para dedicarse al cien por ciento a lo que le encanta: el barullo y la grilla barata.

No necesitan decirlo –por caballerosidad- pero los propios alcaldes de su distrito podrían atestiguar que sólo los toma como pretexto para las fotos y el video de sus redes sociales, y si hemos de apegarnos a sus propias publicaciones, no sale de donde mismo prometiéndoles el oro y el moro en cuanta visita les hace, sin que éstos vean que les consigue ni un triste saco de cemento para tapar algún bache.

Termina atarantándolos de demagogia, con un interminable “vamos a gestionar esto, “vamos a conseguir aquello” o “me preocupa mucho la gente de mi distrito”, a sabiendas de que desde un principio la abandonó, encarrerada según ella rumbo a la Senaduría, objetivo que muy a su pesar cambió, porque en el PT le leyeron la cartilla.

Resulta que el mando petista ya le dijo a la maestra que el 2024, dicha posición será para Morena…y pa’ pronto perfiló su próximo objetivo con tal de no soltar la ubre presupuestal: ya admitió que va con todo por la alcaldía de Huatabampo.

Shirley: Verborrea y 

grilla… sin trabajo

Cegada por sus ambiciones, deja de lado que morenistas y petistas “de marca” no olvidan y menos perdonan sus piruetas de acróbata, pues primero le rendía pleitesía y lealtad ciega a Guillermo Padrés en el PAN, de donde sin rubor alguno brincó a Morena y de ahí al PT, para aprovechar la coyuntura de las alianzas entre patrones y paleros y colarse así a la diputación federal.


Francamente se ve muy cuesta arriba que Shirley Vázquez vaya a embolsarse dicha candidatura, primero por ese sello de arribista y convenenciera que trae a cuestas, y luego porque ya una vez buscó la presidencia municipal y mordió el polvo, pésimos antecedentes para alguien que quiere escalar peldaños en la política apalancándose en pura verborrea y cero trabajo.

Eso sin contar que seguramente hay petistas haciendo fila y con suficientes méritos….sin descartar tampoco que el alcalde Jesús Flores le haya agarrado tanto amor a la silla que decida buscar la reelección.

Por si algo le faltara a la veleidosa huatabampense, está provocando fricciones hasta en su círculo más cercano, pues de la noche a la mañana le pasó serrucho a su secretario particular, el profesor Martín López, si usted quiere nada del otro mundo entre tantos ajustes propios del mundillo político, de no ser porque la propia diputada se ha encargado de propalar que lo corrió ¡por malversar los apoyos que manejaba!

Entre quienes conocen al sacrificado docente extrañó la grave acusación de Vázquez Romero, primero porque nunca le conocieron esas mañas a López y luego, porque fue uno de los asesores más serios, confiables y leales para que la maestra llegara a donde está, como para que ahora le salgan con que manoteó un puñado de chuchulucos de los que tanto le gusta repartir a la maestra… además de los jarros de atole con el dedo.

Lo peor y lo que más está calando entre quienes conocen al profesor como una persona seria y honrada, es que la denigrante versión la hace correr la propia legisladora, en cuanto lugar pisa y a cuantos le preguntan.

En esa incomodidad de un ambiente que ella misma enrarece, no son pocos los que ya están sumando la ingratitud al rosario de “atributos” de la maestra.

Por lo pronto y mientras ella sigue enfebrecida alucinando sobre cómo manotear otra liana, la diputada Gabriela Martínez Espinoza, sin aspaviento alguno, le comió el mandado en su propia tierra y con guante blanco exhibió públicamente la diferencia entre el trabajo efectivo y la grilla barata.

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