CARRUSEL: 'Chayo' Rodríguez: a un tris de que lo alcance su pasado * Finiquito de León Isaac Mora: de plano, 'no tienen llenadera'

POR: VÍCTOR FAUSTO SILVA D.

Bien dicen que “si quieres conocer tu propia vida, métete a la política”, porque en ella te dirán hasta de qué morirás, lo que está encajando como anillo al dedo -diría López Obrador- en varios de los que andan acelerados rumbo al 2021, unos para treparse al poder y otros buscando reverdecer laureles.

Es lo que viene pasándole a Rosario Rodríguez Quiñónes ahora que volvió a Etchojoa para buscar la alcaldía, supuestamente al amparo de la alianza que lanzará a Ernesto “Borrego” Gándara.

“Chayo” Rodríguez: a un tris de que lo alcance su pasado

Al ex delegado de la Sedesol lo está alcanzando su pasado y en un descuido lo atropella, porque si entre los priistas ya circulaba su intentona de hacer alianzas con personajes chamuscados por indeseables, como el exalcalde (químicamente padrecista) Carlos Rochín Esquer, ahora revive al más alto nivel el escándalo de la afamada “Estafa maestra”, el mega trinquete de recursos federales donde muchos metieron las manos hasta las axilas.

Ahora el que levanta la cobija de la podredumbre es Emilio Zebadúa, Oficial Mayor de la Sedesol en tiempos de Rosario Robles Berlanga al frente de dicha dependencia, durante el sexenio de Peña Nieto.

El exfuncionario “cantó” ante la Fiscalía General de la República que uno de los programas usados para desviar recursos a la compra de votos y actos de campaña fue la “Cruzada contra el hambre”.

Según Zebadúa,"entre enero y febrero de 2013 la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), entonces encabezada por Luis Videgaray Caso, dispuso de mil millones de pesos no presupuestados para asignarlos a la Cruzada Nacional contra el Hambre en Sedesol y que por instrucciones de la entonces titular, Rosario Robles, fueron utilizados para organizar eventos de publicidad, campañas de medios, volanteos, brigadas, grupos de activismo político en varios estados de la República”.

En la trama entraron además una serie de dependencias “provistas de recursos extraordinarios por la Secretaría de Hacienda, para proveer de recursos permanentemente durante el sexenio para la promoción publicitaria político-electoral del presidente, su gobierno y su partido político”.

Zebadúa dice muchas cosas más –y seguramente añadirá otras en el descobijadero-, pero para efectos locales su confesión confirma lo que desde hace rato sabían priistas y panistas: que la “Cruzada contra el hambre” sirvió no sólo para alimentar el clientelismo electoral, sino además para ejecutar pingües negocios, especialmente en Etchojoa, tomado como municipio piloto a la hora de regar recursos.

Y de eso saben mucho Rodríguez Quiñónes, que en su momento se encargó de manejar la bolsa de dinero, y el propio Rochín Esquer, a quien, además de acaparar con sus constructoras las principales obras de su gobierno, le cayó de perlas que encima le pusieran en arca abierta sustanciosos fondos federales.

Por eso, ahora que se les ve haciendo dúo, quienes les conocen sus andanzas confirman que “Dios los hace y solos se juntan”.

Seguramente la rediviva “Estafa maestra” dará mucho más de qué hablar, pero en un descuido al “Chayo” Rodríguez lo atropella su pasado.

El colmo del saqueo

“Es que de plano, no tienen llenadera”, nos dijo un amigo sobre la estratosférica liquidación que se concedió al exadministrador del Organismo Operador del Agua en Navojoa, León Isaac Mora Esquer.

León Isaac Mora: salió con morral lleno

Ahora se sabe que el angelito terminó embolsándose la insultante suma de ¡192 mil 502 pesos! en calidad de finiquito entregado en noviembre del 2019, información que la alcaldesa Rosario Quintero mantuvo en lo oscurito mientras lloraba la ruina y buscaba de dónde jinetear más dinero, dizque para mejorar el abasto de agua en Navojoa.

De León Isaac lo más que se recuerda de su paso por Oomapasn es que fue puesto ahí por el “hijo incómodo” de la alcaldesa, Irving Escobosa Quintero, no para reflotar con su eficiencia a la paramunicipal, sino para manejar a su arbitrio el padrón de proveedores y sus respectivos pagos.

Como a sus sucesores, a Mora le tocó el levantón de faldillas sucias que en su momento hizo el líder sindical Orlando “Polito” Lara al exhibir con pelos y señales la forma en que saquearon Oomapasn tomándolo como caja chica, tanto por la alcaldesa como por sus más allegados, y como plataforma para lograr jugosos negocios.

Finalmente, Mora Esquer tuvo que salir por piernas del cargo, aunque ahora se sabe que salió con el morral lleno, a costillas de una empresa que ayudó a hundir.

Llegó a tanto el saqueo que en cuestión de meses llevaron a la quiebra al organismo y para que, con total desfachatez, la maestra operara con sus incondicionales en Cabildo una reasignación de 16 millones de pesos de otras partidas, especialmente porque la Comisión Federal de Electricidad ya los traía “a cola” con millonario adeudo y amenazaba con paralizar el bombeo de los pozos por falta de energía.

Sabiendo cómo se las gasta la marrullera alcaldesa, expusimos aquí nuestras dudas respecto a que cubriría las asfixiantes deudas del organismo, y lamentablemente no nos equivocamos: la CFE terminó cortándole la luz en las oficinas administrativas.

Hasta los regidores que apoyaron su petición se quedaron con cara de “¡what?”, preguntándose dónde diablos quedó el dineral que le autorizaron a la señora, dizque para salir de apuros.

Ahora, mientras en colonias y comunidades sigue el clamor por la falta de agua y conociéndose el desembolso del finiquito en mención, no es difícil imaginar el destino de dichos recursos (además del pago de asesorías y silencios en el fallido juicio político contra la alcaldesa): se fueron en la misma política de dispendios como si Oomapasn estuviera en Jauja, como las comilonas en restaurantes a precio de oro, los pagos a proveedores amigos del “hijo incómodo” o a sus incondicionales, como el propio León Isaac Mora.

¡No te acabes, Navojoa!

Y todavía quiere reelegirse la señora…

Dios nos agarre confesados si Alfonso Durazo se la echa a cuestas…o lo agarre confesado a él.

Bien dice nuestro amigo: “no tienen llenadera”…