Indigna absolución de médicos tras contagio masivo de VIH

Una enorme polémica se desata luego de la absolución de tres médicos acusados de contagio masivo de VIH.

La Justicia argentina absolvió a tres acusados por el contagio de VIH y hepatitis a más de 1.200 pacientes de la Fundación de Hemofilia en la década de 1980, en un fallo que generó críticas de afectados y familiares de las víctimas.

Los acusados, los médicos Miguel de Tezanos Pinto y Pedro Pérez Bianco y el abogado Eduardo Biedma, eran directivos de la Fundación de Hemofilia de Buenos Aires en la época en que se aplicó a pacientes hemofílicos concentrados de factores de coagulación en los que después se detectó la presencia del VIH y los virus de hepatitis B y C.

Los contagios ocurrieron entre 1985 y 1992 y solo unas 50 de las víctimas permanecen con vida.

Tras un extenso recorrido del caso por la Justicia local, que comenzó en 1991 con la primera denuncia, el Tribunal Oral Federal 3 difundió el martes la sentencia absolutoria, mientras que sus fundamentos se difundirán el 29 de marzo próximo.

La sentencia generó "total decepción, desazón, mucha angustia y tristeza" entre los afectados y los familiares de las víctimas, declaró este miércoles a Efe el abogado de la querella, Gonzalo Giadone.

El letrado sostuvo que fue "una vergüenza lo que hizo la Justicia argentina de absolver a los responsables de lo que fue un genocidio médico", mientras que en otros países que padecieron casos similares "la Justicia ha sido diferente".

Giadone afirmó además que la sentencia "representa un precedente muy peligroso porque deja abierta la impunidad ante una contaminación que fue a sabiendas por parte de los médicos, que desde muy temprana época sabían que los factores de coagulación eran riesgosos de transmitir el virus del VIH".

La querella presentará una apelación ante la Cámara de Casación Penal una vez que se conozcan los fundamentos del fallo.

Durante la investigación, el juez federal Sebastián Ramos había procesado a los médicos y directivos por no haber controlado los concentrados de coagulación, en una calificación que la Cámara Federal agravó luego al definirlos como responsables directos de los contagios.

Pero en el tramo final del juicio la calificación del hecho fue rebajada de "contagio doloso" a "contagio culposo".