CARRUSEL: 1.- En el juicio político, primer campanazo 2.- Aún pendiente, el delito de contrabando 3.- El poeta: listo para traicionar a Chayito

Montes Piña: No hay indulto automático

Con la soga al cuello ante el inminente juicio en su contra, la alcaldesa Chayito Quintero y su poeta Jefe de Oficina Jesús Guadalupe Morales, iniciaron desesperados movimientos de defensa.
Este jueves, por ejemplo, estuvo en Hermosillo una comitiva de regidores de los que han bailado al son que les tocan, con la encomienda de presentar ante el Congreso del Estado una especie de manifiesto en el cual pintan a ambos como serios candidatos a la santidad.

El grupo fue encabezado por los ediles morenistas Daniel Ruiz Madrigal y César Zazueta López, dos de los más reconocidos incondicionales sujetos al pastoreo del poeta desde que éste movía los hilos en la Secretaría del Ayuntamiento, dando línea a los afines a Chayito en el Cabildo, oooobviamente previo el generoso “unto” en efectivo, en especie, en concesiones o posiciones para familiares o allegados.

Claro que en horas tan aciagas y decisivas como las que se avecinan seguramente el espaldarazo tampoco será gratuito, y como lo que se hace de noche brilla de día, ya se filtró desde los primeros círculos que el favorcito fue tasado en 50 mil del águila por cabeza.

El problema para la alcaldesa y su asesor no es arrimarle acarreados o porristas al Congreso, sino echar debajo de forma clara y contundente el grueso expediente de irregularidades documentadas y presentadas en la solicitud de juicio político.

Ya se había externado en este espacio la necesidad de que se llegue al fondo de las cosas, para que las instancias correspondientes pongan fin a tanto enredo, acusaciones y mitotes que a nada bueno conducen, como no sea a la confrontación y los tumbos de un ayuntamiento que ya desperdició en golpeteos la tercera parte de su tiempo.

Los fans de la alcaldesa recurrieron también al Congreso para pedir que se frene el juicio político y recibieron la misma respuesta institucional que los acusadores: el proceso deberá apegarse estrictamente a derecho y se le dará la razón a quien la tenga. Punto.

Ni unos ni otros caminarán echando gritos y sombrerazos afuera del Congreso: los acusadores tendrán que fundamentar y probar sus dichos, y los defensores tendrán que argumentar lo propio para echarlos abajo.

Tan simple como eso. Y se encargó de recordárselos el Presidente de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, Jesús Alonso Montes Piña, al remarcar que en asuntos como éste “No hay corazones, intereses ni colores”, ni tampoco posibilidad de que se cometa una injusticia “ni en un sentido ni en otro”.

Eso sí, advirtió también, así como la Comisión no se dejará influir por golpeteos mediáticos o intereses políticos para ejecutar cacerías de brujas, tampoco dejará de actuar si se detectan causas fundamentadas para proceder.

Extendió a los defensores de Chayito dos garantías: se actuará con estricto apego a la ley, “no con la víscera ni a capricho de nadie”, y que la alcaldesa tendrá garantizado su derecho a defenderse, pero les aparejó dos advertencias.

La primera fue que si hay responsabilidades, los involucrados tendrán que aceptar las consecuencias de sus actos, y dos, que en el apego al marco legal para procesos de este tipo, “no hay indulto (automático), ni para ella ni para nadie”.

Si se tratara de una pelea de box, estimado lector, diríamos que la campana apenas acaba de sonar, pues si bien hay solicitud de juicio político, la Comisión a cargo ni siquiera la ha analizado. Y todavía después, su dictamen tendrá que someterse a votación del pleno.

Faltan muchos rounds, pues, pero por lo menos ya hay un referee, en un pleito donde unos y otros se han tirado con todo.

El contrabando: Por oficio

A propósito de tirarse con todo, seguramente doña Chayo y Morales Valenzuela andan jalándose los pelos tratando de desaparecer aquellos oficios que firmaron el 11 de abril del 2019, en los cuales le pedían al hoy preso “Comandante Cobra” que enviara a Navojoa dos de los diez vehículos que el criminal prometió donar, para usarlos como patrullas.

Bajo su firma, la alcaldesa autorizaba que los trasladaran desde Tijuana cuatro personas que ni siquiera eran funcionarios públicos: Luis Carlos Félix Esquer, Francisco Javier Navarro Verdugo, Federico Lagarda Ibarra y Javier Lagarda Ibarra.

Como los vehículos resultaron ser “chuecos”, entonces la señora alcaldesa y su entonces secretario del ayuntamiento fueron cómplices del delito de contrabando.

Y aléguenle al ampáyer: firmaron y sellaron los documentos, uno dirigido al “Cobra” y otro a cuanta autoridad se atravesara en el camino, pidiéndoles que dejaran cruzar los vehículos de contrabando.

Como son tan dados a cacarear la honestidad, son capaces de decir que ni siquiera conocen al “Comandante Cobra”, siendo que en aquellos días casi lo agarraban a besos y lo nombraban Benemérito y salvador de Navojoa.

Aunque ya todo puede esperarse, rayaría en el colmo del cinismo que lo negara especialmente el poeta Morales Valenzuela, porque en su visita a Navojoa, el delincuente Martín del Campo Riebeling –conocido con el remoquete de “Comandante Cobra”- le extendió nombramiento como Delegado Regional del “Cuerpo Diplomático Internacional de los Derechos Humanos” (¡?).

Seguramente otros canchanchanes que recibieron similares “distinciones” andan buscando en qué basurero tirarlas, porque los queman… más de lo que ya estaban.

Agua para su molino

Morales Valenzuela: Colándose en Morena

A propósito del poeta y achichincle del “Cobra”, en Morena ya le agarraron las placas, pues mientras en público se rasga las vestiduras como defensor a muerte de la maestra Chayito Quintero, bajo cuerda arma jugarretas para clavarle un cuchillo por la espalda.

Por un lado le calentó la cabeza de que aún huérfana de partido, puede ser candidata a la diputación federal por el séptimo distrito, pero por el otro está jalando agua para su molino acercándose a los morenistas, con la mira en echarse a la bolsa la candidatura a diputado local por el XX Distrito.

El pasado fin de semana se le vio en un evento de Morena celebrado en casa de una lideresa de Etchojoa, muy espichadito y modosito, como si los habitantes del municipio no recodaran primero su mediocre trienio como alcalde perredista y a últimas fechas como asesor de Chayito Quintero, a quien con sus metidas de pata tiene al borde de la destitución.

Como se las recarga de muy astuto, por un lado jura lealtad y entrega a la causa electorera de la maestra, pero mientras, le jinetea recursos para placearse él también.

Y como la maestra también se las da de muy bragada y de que se come la lumbre a puños –por algo se autoproclama como “la marca”-, seguramente no tardará mucho en darse cuenta de que Morales Valenzuela está más que listo para traicionarla. La dejará bailando sola en la pista con su sueño guajiro, mientras él amarra lo suyo.

¿Será que el poeta intuye lo que viene en el juicio político, y como las ratas prepara su brinco para cuando el barco se hunda?

Victor Fausto Silva Duran

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