CARRUSEL: · De aviadurías-búmeran, cavernícolas e ineptos

Por Víctor Fausto Silva D.

Ahora que como nunca antes se vive en la polaca un apogeo de alianzas, coaliciones o como usted guste denominar esos amasijos y/o amasiatos –con todo y su generosa dosis de chaqueteros y saltimbanquis-, estimado lector, también parece haberse oficializado la modalidad de otorgar aviadurías-búmeran, esto es, que se vuelven contra quien las expide.

No es que las parasitarias aviadurías no existieran, pues en el pasado no muy lejano del ahora aborrecible PRIANato, bastaba con ser amigote (ya no se diga pariente) de algún gargantón para colar en la nómina hasta al perro de la familia –cosa que ya no se da, ¡mjú, ándale pues!-, sólo que ahora se les barnizó con el eufemismo de “compromisos políticos”, vulgo: te la juegas conmigo y te pongo a cobrar.

Ejemplos sobrarían, porque a nivel nacional brotan un día sí y otro también, y a nivel estatal hay quienes todavía se preguntan qué diablos hace en el gabinete María Dolores del Río (ex PAN y ex MC), que ha resultado una nulidad como Secretaria de Seguridad, pero ahí sigue. “Compromisos políticos”, pues.

Acá más en corto, específicamente en Huatabampo, donde las manda cantar “El profe” Jesús Flores, todavía no baja de intensidad el escándalo provocado por la ex titular de Ecología Municipal, Elizabeth Guerrero Moreno, quien tuvo la infeliz ocurrencia de difundir un video en el cual se observa cómo personal del municipio se dio a la tarea de pepenar cuanta mantarraya se les atravesó, cercenándoles el aguijón, dizque para evitar picaduras contra los turistas.

La dimensión de tal burrada la dio el propio gobernador Alfonso Durazo, de entrada con un “No me ayudes, compadre; ¡qué barbaridad!” y un remate tan corto como lapidario para dicha acción: “Un acto lamentable, penoso y cavernario”, con el añadido de que ya se habían girado instrucciones para que la Profepa y la Semarnap abrieran la investigación pertinente.

El saldo inicial, como dirían los reporteros policiacos, fue que doña Elizabeth Guerrero - quien omitió en su currículum sus orígenes cavernícolas-, tuvo que salir por piernas de su dependencia.

Ha sido la única penalizada en una práctica que -sin quitar gravedad al ecocidio proviene por lo menos desde el trienio de Daniel Ibarra Guerra (2000-2003)…sólo que se hacía a la chita callando y no publicitándolo ¡hasta con video!

“El Payo”

Orduño:

Anunció el

ecocidio

Mucho menos se tenía el antecedente de que un Secretario del Ayuntamiento, en este caso Rafael “El Payo” Orduño, lo anunciara abiertamente, como lo hizo a través de los micrófonos de Radio Lobo. No fue uno sólo el que regó el tepache, pues, sino dos… pero ya se sabe que el hilo se rompe por lo más delgado.

El asunto es que, en plena cresta de un escándalo que alcanzó rebotes nacionales, el alcalde Jesús Flores Mendoza reaccionó anunciando el cese de la funcionaria, pero admitió que se la colaron “por compromisos políticos”, más coloquialmente conocidos como trinquetes o cuchupos cupulares.

¿Quién se la impuso? No lo precisó, pero no se necesita ser brujo para colegir que fue alguien “de arriba”, o con las suficientes agarraderas hasta en la oficina del Gobernador como para incrustar recomendados

El sainete destapó otra arista de un problema que ya se ha vuelto recurrente: el alcalde Flores Mendoza luce terriblemente solo cada vez que le estalla una bronca de este calibre.

Ya le pasó cuando a inicios del trienio, su entonces titular de Servicios Públicos, José Luis Durán Cota, fue exhibido públicamente como acosador sexual por una empleada del área, o cuando la camioneta de uso oficial en Presidencia participó en un percance y se involucró a su hijo, sin que nadie atinara a clarificar nada, lo que dio vuelo al sospechosismo y a la maledicencia, todo rebotándole al alcalde.

Flores Mendoza: Lo

dejan solo…

Si al “Profe” le gusta encarar y resolver todo él solo, muy su gusto, sin duda, pero actuar como El Llanero Solitario deja también en evidencia que carece de operadores eficaces, empezando, por quien debería ser el primer obligado a salir al quite como pararrayos: el Secretario del Ayuntamiento.

Sin embargo, vistos los antecedentes mencionados, no sería erróneo señalar que “El Payo” Orduño le halló el modo y el gusto a nadar de muertito, cuidando un bajo perfil incluso a expensas de que a su jefe le tupan duro y seguido, alentando quizás esperanzas guajiras de que será “el bueno” para la sucesión del 2024…con todo y su torpeza de admitir públicamente que fue copartícipe en el “cavernario” caso de las mantarrayas.

Y si Orduño es otro “compromiso político” de los que habla el alcalde, entonces encaja en la figura de las aviadurías-búmeran, ésas que se revierten contra quien las expide, porque termina pagando el costo de los errores ajenos.

(Por cierto, y como colofón: quienes conocen la historia de Huatabampo, no dejan de contrastar el nulo papel de Orduño con el que desempeñó en su tiempo Ramón Martín Quiñones Ayala, en el mismo cargo y con dos alcaldes diferentes, Daniel Ibarra Guerra y Próspero Ibarra. Un mundo de diferencia: Quiñones hasta olfateaba los problemas y no los dejaba llegar; “El Payo” es parte de ellos).