Header Ads

CARRUSEL: · La supuesta fortaleza principal de Durazo viró hacia debilidad


Por Víctor Fausto Silva D.


Nadie dijo que Alfonso Durazo la tendría fácil para gobernar un estado tan grande y tan complejo como Sonora, pero las fallas siempre tienden a marcarse más ahí donde supuestamente radican las fortalezas de quienes llegan al poder.

El de Bavispe arribó con el antecedente de haber encabezado la Secretaría de Seguridad Pública a nivel federal, y si bien es cierto no se le conoce alguna especialización académica en esa área, con algo debió pertrecharse a su paso por dicha dependencia, y más cuando no la agarró precisamente en tiempos de paz, sino con el rancho ardiendo por todos lados.

Seguramente, no pocos ciudadanos inclinaron su voto hacia él pensando en que, con esa experiencia, era el más confiable para hallarle la cuadratura al círculo y frenar una violencia que desde antes de su llegada ya preocupaba a los sonorenses.

Por conocimiento de las labores de inteligencia sobre presencia, modus operandi y hasta ubicación de grupos criminales (que llegó a presumir en alguna “mañanera”), por contactos, porque le tocó impulsar el nacimiento de la Guardia Nacional o por lo que usted guste y mande, generaba más confianza en ese rubro que sus demás competidores.

Lamentablemente, si en algo está quedando a deber Durazo Montaño es precisamente en seguridad pública, porque por más discursos pomposos orientados a asegurar que las cosas van mejorando, los sonorenses siguen viendo que en vez de disminuir, la violencia crece. Y no nada más entre grupos delincuenciales (lo que da soporte al sobado recurso gubernamental de que “se matan entre ellos disputándose la plaza”) o en determinados focos rojos de la geografía sonorense: está extendida por todos lados, y en esa sanguinaria danza está segando vidas inocentes, que luego reciben la ofensiva etiqueta de “daños colaterales”.

Durazo: ni temor
ni respeto


A escasos días de que Durazo Montaño presente su primer informe de gobierno, los delincuentes parecen empeñados en demostrarle tanto una insultante desfachatez a la hora de actuar en cualquier sitio y a cualquier hora, como su menosprecio a quien fuera el hombre fuerte en materia de seguridad pública federal. Está visto que no le tienen temor ni respeto.

Esta semana y con escasa diferencia de horas entre sí, se desencadenó una serie de hechos que lo confirman. Citemos sólo cuatro de los más recientes y significativos:

En Guaymas, la Marina rescató a 5 personas secuestradas…y el mismo día de su liberación, una de ellas (mujer) fue ejecutada en su casa - ¡cómo les preocupaba a sus captores la persecución en su contra!-, dando pie a la versión oficial de que “no quiso que se le brindara protección”.

O sea, un adelanto de la cuasi resolución judicial sería que prácticamente ¡ella tuvo la culpa!

En Hermosillo, donde hacía buen rato no se daban casos así, el secuestro de un empresario tronó primero en las redes y la autoridad lo confirmó después. Por fortuna regresó sano y salvo a su casa, previo pago del rescate.

Por rumbos de Ónavas, atacaron a balazos a indefensos trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad, mataron a 2 y otros dos se salvaron gracias a que huyeron.

Madres buscadoras:
Hacen el trabajo
del gobierno


El grupo de Madres Buscadoras (que además y con las uñas hacen el trabajo del gobierno) reportó el hallazgo de 3 cadáveres, en Ímuris y Hermosillo…más los que se acumulen, porque hay un impune tiradero de cadáveres por todos lados.

Según datos de 12 colectivos búsqueda, desde el 2018 a la fecha se han reportado más de 8 mil personas extraviadas en los municipios de Sonora, y se han localizado al menos 700 fosas clandestinas. En 2021, Sonora ocupó el tercer lugar en estados con mayor número de fosas con 79…y falta el gran total del año en curso.

Terrible, sin duda alguna.

¿Qué es un problema de todo el país? No está a discusión, pero ese no es consuelo, pretexto y mucho menos argumento que valga: sin aislarse respecto a los demás connacionales, a los sonorenses les importa lo que sucede y les afecta aquí, en su colonia, en su ciudad y en su estado, y esperan y merecen que se les garantice seguridad, una tarea que por obligación legal recae en el gobierno.

A menos que el afamado Estado de Derecho haya fenecido sin que nos avisaran, de perdida para que cada quien se defienda como pueda y con lo que pueda, como en la ley de la selva.

¿Qué doña Lola del Río no ha dado pie con bola en la Secretaría de Seguridad Pública, a la que accedió por méritos en campaña?

Disculpe usted, pero la señora no se manda sola.

Lo que extraña en todo caso es que el Gobernador la sostenga ahí, cuando se supone que llegó como un conocedor de la materia, y seguramente eso le permitió tratar con verdaderos leones, civiles o militares, – preparados, experimentados, entrones e incorruptibles- en eso de enfrentar a los criminales.

¿No habrá ninguno (a) capaz de dar el ancho?

Vaya usted a saber, estimado lector, pero a como están las cosas, lo que está viéndose es que una de las supuestas fortalezas de Durazo, luce hoy como una de las principales debilidades de su gobierno.

Porque a un año de llegar al cargo, en seguridad pública sale debiendo…

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.
Estamos utilizando cookies para brindarle la mejor experiencia en nuestro sitio web.
Puedes obtener más información sobre las cookies en la sección POLÍTICA DE PRIVACIDAD