CARRUSEL: + La “Nueva normalidad” nos sigue tupiendo duro + López Obrador piensa que gobierna un país de idiotas
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Claudia Pavlovich: Reactivación, un volado
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No sé usted, estimado lector, pero por más que el presidente López Obrador nos repite que ya está viendo curvas aplanadas y la bonanza a la vuelta de la esquina, nos gana el escepticismo mientras más fluye la información sobre el impacto de la pandemia del coronavirus. Y por dos flancos: el de salud y el económico.
Acá en Sonora, si bien la gobernadora Claudia Pavlovich ha sido cauta respecto a la reapertura de empresas, sin especular sobre fechas, ya se adelantó que serán definidas la próxima semana, lo que planteará un duro reto tanto para el gobierno como para los empresarios y los trabajadores, porque la realidad está demostrando que las cosas siguen del cocol.
Que se necesita la reapertura es indiscutible, pero lo que asusta es su eventual costo, porque el secretario de Salud Enrique Clausen le pegó el brochazo negro al escenario al revelar que los contagios siguen disparándose y el número de fallecidos ya casi le pega a los cien.
En el conteo diario, el viernes fue día negro al registrarse 136 casos confirmados, casi el doble respecto al jueves.
No se ve, pues, la famosa curva aplanada, sino un preocupante avance del maldito bicho…y a escasos días de que termine la Jornada dela Sana Distancia y se autorice la reactivación económica desde el primero de junio.
Por supuesto, el panorama no se ve mejor a nivel nacional, con casi 7 mil muertes hasta este sábado, muy lejos ya de las previsiones triunfalistas de López Obrador de que el virus nos haría lo que el viento a Juárez.
Ya la Gobernadora supervisó varias empresas para ver que cumplirán estrictamente con las nuevas medidas sanitarias, y no se duda que las adopten rigurosamente, pero causa escalofríos saber que en Estados Unidos, la Ford ya había reiniciado operaciones en su planta de Michigan cumpliendo todos los protocolos…y van dos veces que la paran, porque le brotaron casos entre los obreros.
Está peliagudo el asunto, y con todo y la asesoría de hombres de ciencia, nadie puede decir a ciencia cierta y sin caer en la irresponsabilidad cómo se comportará la pandemia.
Decimos sin caer en la irresponsabilidad, porque López Obrador mantiene su discurso triunfalista de que él ya ve “la luz al final del túnel” –como no sea la que ven los moribundos-, cuando a López Gatell ya casi no le alcanza la pared para sus gráficas de infectados y difuntos, y en los estados los gobernadores se comen las uñas, conscientes de que a ellos les dejaron el tigre de la rifa.
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Horacio Valenzuela: Casos cercanos
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Para acabarla de redondear, la propia Claudia Pavlovich confirmó dos casos de contagios en su equipo, uno de un fotógrafo de su área de prensa -afortunadamente dado de alta pero aún en cuarentena- y el otro el del Secretario del Trabajo Horacio Valenzuela Ibarra, recluido en su casa y a quienes les deseamos pronta recuperación.
Aquí las cosas prácticamente dependerán de un volado, porque las expectativas y las esperanzas están chocando con estadísticas cada vez más crueles y dolorosas.
La llamada “Nueva normalidad” no viene para nada fácil, y por lo pronto nos está tupiendo duro.
EL MUNDO SEGÚN LÓPEZ…
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López Obrador: Cinismo a la carta
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ESPEJITOS Y PALETAS.- Primero los insultó como corruptos y mercaderes de la medicina, y ahora el presidente López Obrador les sale a los médicos con espejitos.
No parece otra la intención de sacarse de la manga la entrega de la medalla “Miguel Hidalgo” al mérito cívico, para el personal médico que está jugándose la vida frente al coronavirus. El mismo al que mandaron a combatir una pandemia sin equipo, a mano pelona, como se dice coloquialmente
Para dimensionar tan extraordinario galardón, el director del IMSS, Zoé Robledo, recuerda que éste sólo se ha otorgado 10 veces desde que fue creado. O sea, pues, que no es cualquier cacharpón, lo cual seguramente deberán agradecer y aplaudir de por vida los premiados, para olvidar que un día su Presidente los ninguneó como mercachifles indecentes.
Será como la paleta para que se conforme el niño nalgueado. De plano, López Obrador piensa que dirige un país de idiotas.
CINISMO INSTITUCIONAL.- Se ha visto infinidad de veces que López Obrador encarna las contradicciones y el cinismo como pocos, pero ahora debe reconocérsele que ni siquiera deja pasar días entre burla y burla: las está soltando en el mismo evento y con diferencia de escasos segundos.
En la mañanera de este viernes dio la enésima demostración de que le vale cuete lo que se diga, al defender que Alfonso Durazo le haya dado hueso en Seguridad a una hermana de la Secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde.
Eso –dijo Su Alteza Serenísima- de ninguna manera es nepotismo:
“Ojalá contáramos con más mujeres y hombres así, son la verdad las dos excepcionales, bien preparadas, honestas y sobre todo con dimensión social; le tienen amor al prójimo”.
Y para que no queden dudas –de su cinismo, diríamos nosotros-, zanjó el tema con ooootra frase para el bronce:
“Nosotros no permitimos el nepotismo, ni amiguismo ni ninguna de esas lacras”.
Todo el que vea en esto algo chueco está sin duda alguna del lado de los corruptos neoliberales y condenado irremediablemente a las llamas del infierno, porque ni el dueño de México ni Durazo incurren en nepotismo, y en cuanto a las damas, son casi discípulas de la Madre Teresa de Calcuta, por su “dimensión social” y su inmenso amor al prójimo…y a la nómina oficial.
MAL Y DE MALAS.- El que dio la nota discordante del discurso presidencial que todo pinta color rosita, fue el Secretario de Turismo, Miguel Torruco, al revelar que a ese sector se lo llevará patas de catre y si bien se recupera será hasta el 2023.
Feo, muy feo panorama, considerando que el 2019 México fue uno de los 10 países más visitados del mundo al recibir más de 45 millones de turistas internacionales, con una derrama económica de 24 mil 563 millones de dólares, un crecimiento de 9 % anual, que ahora se fue al cesto de la basura por la pandemia.
A ver si no lo corre López Obrador, por rayonearle la paradisíaca burbuja en la que vive.
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