CARRUSEL: · Alcaldes: Ruinos… Y ahora con Sallard · Próspero Valenzuela: entre Marx y Slim
Por Víctor Fausto Silva D.
Está pintando feo el cierre de año para los alcaldes, y en consecuencia, para los habitantes que en sus municipios esperan soluciones a tantas necesidades.
Hay varias señales ominosas como para predecir que se las verán negras, ya no para cerrar con obras su primer año de gobierno, sino hasta para pagar compromisos ineludibles y de ley, como los aguinaldos de los trabajadores municipales.
Para empezar, la Secretaría de Hacienda del estado les acaba de pasar la guillotina en cuanto a las participaciones programadas, porque sin decir agua va les descontó a mansalva hasta el 60 por ciento de su monto, a cuenta de los adelantos que recibieron para poder arrancar, porque como siempre, los entrantes encontraron las arcas vacías.
Por supuesto, nadie esperaba que dichos recursos les fueran condonados enviando las trácalas a fondo perdido –especialmente cuando el propio Gobernador se quejó de la quiebra que heredó-, pero como que se les fue la mano con la cobranza, al descomunal estilo Elektra.
El caso es que tendrán que apechugar porque palo dado ni Dios lo quita, y no habrá de otra que meterle creatividad al asunto para agenciarse más recursos propios, bajo riesgo de volver a estirar la manita a ver con qué migajas les tiran.
Y es que seguramente también el Estado andará en las mismas, viendo de dónde jala la cobija porque ya se vislumbra que el gobierno federal seguirá privilegiando el financiamiento de sus faraónicos elefantes blancos: la refinería Dos Bocas, el Tren Maya y la Central Avionera (perdón, el aeropuerto Felipe Ángeles), de donde ni el Presidente quiere volar.
Otro “pendientito” que está rebotándole a los presidentes municipales es el de los recursos que recibirían por la legalización de carros chuecos, porque por todos lados se cacarean pero la morralla nomás no cae a las arcas de los ayuntamientos.
Todavía la semana pasada, el alcalde de Cajeme, Javier Lamarque Cano, refutó incluso el dicho de López Obrador -¿dónde estaría el diablo?- de que ese dinero ya había sido liberado y canalizado a los municipios.
Pues nanay, dijo Lamarque: en su tierra siguen con la boca abierta esperando poco más de 20 millones de pesos que le tocan, para medio remendar las calles que ya parecen paisaje lunar por tanto cráter.
Ahora que si la federación se sostiene en que ya soltó el dinero, malo está el cuento, porque significaría que lo está jineteando la Secretaría de Hacienda del estado, donde las manda tocar Omar Francisco del Valle, mientras los alcaldes no ven las santas horas de que el recurso aterrice, de perdida para paliar los recordatorios maternales que están lloviendo por el estado desastroso de las vialidades.
Y por si algo les faltara, dentro de los cambios hechos por el gobernador Alfonso Durazo se incluyó el de titular del Centro Estatal de Desarrollo Municipal (Cedemun), a donde llega Édgard Hiram Sallard, seguramente a preguntar qué demonios se hace en dicha dependencia, porque por ningún lado de su currículum oficial aparece alguna experiencia relacionada con esa área.
Lisa y llanamente lo mandaron ahí nada más para no dejarlo sin chamba.
El documento reseña que en lo académico es maestro en Educación Basada en Competencias por la Universidad del Valle de México y fue maestro universitario por más de una década de las materias de Marketing Político, Seminario de Comunicación Política y Análisis de Medios.
En lo grillo “Fue dirigente en el Movimiento Estudiantil contra la Ley 4 y años después, dirigente estatal del PRD, uno de los más jóvenes de la institución partidista”, y en lo laboral “fungió como asesor legislativo en el Congreso del Estado, hasta su incursión en el 2009 en la administración estatal, en donde se desempeñó como director del Instituto de Evaluación Educativa del Estado de Sonora”.
Sallard: Lo bajaron por inepto |
Ni de rozón se advierte que sepa siquiera lo que se hace en el CEDEMUN, pero desde ya, harían bien los alcaldes en parar oreja sobre lo que les espera de aquí en adelante, en una dependencia que tradicionalmente les ha servido de enlace para plantear sus necesidades ante el gabinete estatal, sobre todo si Sallard llega aplicando el mismo estilito arrogante y sangrón que lo caracterizó en Comunicación Social, donde por inepto terminó sacando de sus casillas al gobernador Durazo.
Parecía que lo había contratado para que lo agarraran a pedradas (a Durazo, no a Sallard).
Que no les extrañe entonces a los presidentes uno que otro portazo en la cara, primero porque como diva Sallard se pinta solo, y luego porque no debió llegar de muy buen talante después de haber sido relevado en su anterior cargo por una subalterna, Paulina Ocaña Encinas, a la que Durazo jaló desde Telemax.
Paulina: El beneficio de la duda |
Habrá tiempo para que los presidentes municipales evalúen si el pedante Sallard aprendió del coscorrón y el bajón que le dieron, o sigue mareado sobre un ladrillito.
En cuanto a la joven Paulina, merece el beneficio de la duda en su nueva encomienda, aunque la sola salida de Sallard de Comunicación Social será ganancia…siempre y cuando no quiera “pilotearla”, porque se cree hecho a mano.
Unos sudan…y otros agandallan
Volviendo al tema del apretón económico que se les viene encima a los presidentes municipales, seguramente éstos les prenderían veladoras a los diputados locales de sus distritos, para ver si a la hora de analizar el presupuesto estatal del 2023, logran rasguñar algunos recursos, pero se ve en chino.
Primero, porque es previsible que la mayoría morenista en el Congreso del Estado opte por nadar “de muertito” para no hacerle olas al gobernador Durazo, en una mala copia del estilo Obradorista de que a sus iniciativas no le muevan ni una coma, y luego, porque como dice el dicho, están más cerca los dientes que los parientes, en eso de manotear recursos.
Porque mire usted que a nuestros ilustres legisladores les vale cuete eso de la austeridad republicana o la pobreza franciscana, porque se siguen sirviendo con la cuchara grande.
Este viernes en Hermosillo, el semanario Primera Plana dio cuenta de cómo se las gastan derrochando en combustible, oooobviamente con cargo al erario.
Para empezar y según su propia información oficial, el Congreso elevó el gasto en ese rubro de un millón 429 mil pesos del 2021 a 2 millones 689 mil este año.
De ahí vienen las tajadas, algunas de plano tiburonescas.
El que se lleva las palmas en ese renglón es el diputado de Morena por San Luis Río Colorado, Ricardo Moreno Lugo, que al 31 de octubre se ha despachado con 241 mil 940 pesos, seguido por la perredista pluri Alma Manuela Higuera, que ha facturado en gasolineras 190 mil 715 pesos.
¿Quién cree usted que ocupa el tercer sitio entre los más gastalones?
Pues ni más ni menos que el ínclito y nunca bien ponderado diputado del XIX Distrito (Navojoa), Próspero Valenzuela Muñer, con un “modesto” gasto de ¡169 mil 706 pesos!… sólo hasta octubre, más lo que se acumule de aquí a diciembre, porque de seguro hará algunos viajecitos para repartir baratijas y tortillas duras entre el proletariado yoreme que dice representar.
Lo primero que Valenzuela Muñer deja a la vista con tal agandalle es que el discurso de comunista trasnochado (con sus polillentas arengas de “hasta la victoria siempre” o “todo con el pueblo, nada sin el pueblo”), no es más que un hipócrita recurso engaña-bobos, porque a la hora de ver el monte de orégano es de los que se retacan las bolsas.
Piensa como Carlos Marx, pero quiere vivir como Carlos Slim, pues.
Próspero: Más gasolina que el Checo |
Y ni cómo abrirle una rendija a la duda, porque un despilfarro de esas dimensiones sólo sería explicable si el defensor de los pobres se la llevara viajando sin dormir, atendiendo a su distrito.
Porque ese gastazo en gasolina no lo hace ni el Checo Pérez en la Fórmula Uno.
Pero como la desvergüenza no tiene límites, es capaz de salir con que maneja un tráiler…
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