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CARRUSEL: · Carros chuecos: Un despiporre · Yaquis: Compromisos unilaterales · El caso de Guaymas: Mutismo


Por Víctor Fausto Silva D.


Hay temas que se van acumulando en el escritorio, estimado lector, y vale más despacharlos antes de que se vuelvan extemporáneos, así que permítame una breve capirotada como adelanto de la próxima Semana Santa.

Veamos algo de lo regional. Mire usted:

1.- Después de la festiva quemazón de cuetes por la anunciada legalización de carros chuecos, mucho tendrán que ir juntando los varejones porque se quedarán viendo pa’l camino, pues no todos entran en los beneficios de decreto emitido por López Obrador.

Omar del Valle: 300 

mil carros, fuera

De hecho, según calcula el Secretario de Hacienda Omar del Valle Colosio, quedarán fuera ni más ni menos que unos 300 mil vehículos, entre otros asegunes, porque los legalizables sólo deberán ser procedentes de Estados Unidos y Canadá (adiós a marcas japonesas o coreanas), de modelos 2014 y anteriores…y ya se sabe que por estas calles del Señor circulan carros que no les piden nada a los recién salidos de las agencias.

Los hay de verdadero e insultante lujo, dándole al traste a aquello de que los más amolados son quienes recurren a la compra de “chuecos”. No: también lo hacen muchos vivales.

Además, suponiendo que alguien cumpla con el modelo, que la unidad no sea robada ni tenga reporte de haber participado en hechos ilícitos y se tengan a la mano los 2,500 pesos que costará el proceso, todavía quedará otro brinquito: el del papeleo aduanero.

“Se tiene que acudir a una agencia aduanal o a un agente aduanal (...) se requerirá la presentación física del vehículo ante la autoridad aduanal, es decir, se tiene que movilizar el vehículo a alguna de las distintas aduanas que hay en el estado que son seis: Agua Prieta, Nogales, Sonoyta, Naco, Guaymas y San Luis Río Colorado”, según detalló Del Valle Colosio.

Para muchos, ahí es donde torcerá la puerca el rabo, porque traen carros que parecen fumigadores anti-dengue por las humaredas que despiden (amén de los motores multifugas), y acá en el sur, por ejemplo, no se ve cómo le hará un cristiano de San Ignacio Cohuirimpo en Navojoa o Los Tanques en Álamos, para llegar a la aduana más próxima, en este caso la de Guaymas.

Igual podría decirse de los millares de “Pafos” de Hermosillo aventurándose a la odisea hasta Nogales. Sin duda, habrá bragados que se avienten el tiro…a riesgo de devolverse en democrático autobús cuando les truene la charanga.

¿No sería más práctico que el gobierno del estado facilite el proceso acercando los servicios aduanales, de perdida a las ciudades más grandes, para evitarle a los verdaderos necesitados el gasto extra que les representará dicho desplazamiento, en gasolina, aceites, casetas y de perdida unos tacos?

Ahí queda la idea. Porque de inicio, lo que se ve venir es un despiporre…

2.- El gobernador Alfonso Durazo acaba de estar en Vícam Estación, a donde acudió a reiterar que su gobierno se mantendrá cercano y solícito para atender las necesidades de la tribu yaqui, y todo luciría muy bien, de no ser porque sólo siguen viéndose compromisos unilaterales.

Durazo: El gobierno 

sólo cede y concede

Habló de una serie de acciones concertadas con el gobierno federal para mejorarles sus condiciones de vida, pero por ningún lado de la información difundida se menciona que los indígenas se hayan comprometido a eliminar los bloqueos carreteros que imponen cada vez que les da la gana.

Seguirán como siempre, pues, con una mano estirada exigiéndole al gobierno y con un garrote en la otra, para macanear y bolsear a cuanto cristiano cruce por “su” territorio.

Y es que está bueno el negocito. Gavilán que agarra y suelta, no es gavilán.

Nos dijeron que se acabaría el “Sonora de unos cuantos”, pero ahí están unos cuantos demostrado que la impunidad no es exclusiva de ladrones de cuello blanco.

Y oootra vez: mientras el gobierno les da y les da, chínguese el que pase por ahí…

3.- Enero va de salida, y con él, el recordatorio de que pasarán a la historia aquellas juntadas que este mes hacían parvadas de jorocones de la política en “Abelandia”, el rancho del extinto Abel Murrieta, asesinado vilmente cuando buscaba la alcaldía de Cajeme.

En redes circula un texto de reclamo hacia quienes lo acompañaron en los jolgorios, pero sumidos ahora en el silencio, sin una voz que reclame justicia en su caso, donde escuetamente se habló de un detenido, “sicario de un grupo criminal del noroeste”, pero no del móvil o de los autores intelectuales.

Lola del Río: Sigue

 con sus rollos


Lamentablemente, tampoco es de extrañar, como no extraña el mutismo de la fiscal Claudia Indira Contreras o el dela Secretario de Seguridad, Lola del Río, respecto al otro ataque artero suscitado en Guaymas, donde asesinaron a un policía y a una jovencita frente al palacio municipal.

Nadie volvió a decir nada sobre la “exhaustiva investigación” que sólo arrojó la detención de varios mariguanos de poca monta, que las propias autoridades exoneraron aclarando que nada tuvieron que ver en el atentado.

Eso sí: tronaron cuetes anunciando la llegada a Cajeme de elementos federales especializados en secuestros, cuando ahí lo que se ve a diario y a cualquier hora son ejecuciones, no plagios…a menos que también esa “industria” esté floreciendo aquí y la autoridad se haya estado haciendo chombita sin reconocerlo.

Lo que no puede regateársele a doña Lola es la facilidad que tiene para arrebatar micrófonos en cuanto acto se le atraviesa, cacareando su cruzada anticorrupción (nada nuevo: se le rayó el disco desde que era diputada) y para repartir convenios de coordinación, mientras en ciudades tan calientes como Empalme, Guaymas, Obregón y otras, le reviran repartiéndole cadáveres en las calles.

Y así vamos. De tumbo en tumbo…

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