CARRUSEL: · El “Informe” de Chayito: wakabaki de cuentas mochas y autoelogios · El VoBo de 14 regidores tiene un precio: quieren 50 mil por cabeza
Por Víctor Fausto Silva D.
Chayito Quintero: Lista, su última estafa |
A escasas horas de dejar la Presidencia Municipal, la maestra Chayito Quintero maniobra desesperada para ejecutar su enésima y última estafa contra los navojoenses, con la presentación de un bodrio al que pomposamente ha denominado “Tercer informe ciudadano”.
Es un mamotreto de ¡218 páginas!, una revoltura intencionadamente mal hecha, para barnizar como exitosa la peor administración que se haya visto en muchos trienios.
Es un torpe y hasta insultante intento de presumir logros inexistentes, para pitorrearse primero del Cabildo, que por ley debe analizarlo y “palomearlo” y luego de los navojoenses, hartos de ahogarse en fugas de aguas negras en colonias y comunidades donde el pavimento quedó en retazos y en hoyancos.
Hartos de recibir rollos demagógicos, mientras por ningún lado les llegan servicios tan elementales como el del agua potable. Hartos del atole con el dedo de una alcaldesa que salió tan buena actriz dramática como peor administradora; hartos de la corrupción, la ineptitud, la prepotencia y el cinismo que fueron sellos distintivos de todo un trienio.
Los navojenses alzan los brazos al cielo porque la señora ya se va, pero según lo que consta en el documento de marras, no se irá sin perpetrar la última burla…que además –de cuajar una intentona en marcha- terminaría haciendo ooootro hueco en las arcas municipales,
Primero, porque esas 218 páginas que ella seguramente considera un “compendio histórico” de lo alcanzado, no pasan de ser un wakabaki hecho en gigantesco perol, donde la maestra revolvió trabajos –completos unos, mochos otros- del 2019, 2020 y 2021, cuando se supone que el informe corresponde sólo al año en curso. Marrullera hasta el último día, pues.
Y segundo, porque está topándose con que 14 regidores (12 de Morena, Luz María Carretero del Panal y el étnico José Manuel Maldonado Ozuna) aspiran a asestarle la última tarascada al presupuesto, exigiendo ¡50 mil pesos! por cabeza para extender su visto bueno al trinquete de salida, disfrazándola de “justa indemnización” por haberse “sacrificado” tres años en un Cabildo a donde sólo acudieron a levantar la mano en calidad de viles paleros, para avalar cuanto atropello urdió la Presidenta.
Reciclaje y cuentas mochas
A vuelo de pájaro, en el dizque “informe ciudadano” saltan a simple vista logros ficticios como el de presuntamente haber dotado de agua potable a más de 25 mil navojoenses, cuando si algún reclamo se escucha en colonias y comunidades es precisamente la carencia de servicio.
Sin empacho alguno, la maestra recurre al reciclaje, presumiendo la construcción de una subestación de Bomberos (que en realidad data del 2019), y cursos de capacitación para los tragahumo, una desvergüenza cuando éstos tienen meses exigiéndole que les entregue dos millones de pesos, que impunemente les birló de las aportaciones ciudadanas a través de los recibos del agua.
No sólo dejó de darles: les quitó. Les manoteó recursos aportados por la ciudadanía, para fines que nunca se ha dignado clarificar, como nunca clarificó por qué el Organismo Operador del Agua Potable sigue en penosa quiebra cuando meses atrás presumió la solución definitiva de sus crisis, reasignando millonarios recursos de otras dependencias. Se fueron como agua entre los dedos… y vaya usted a saber de quién.
Y si nunca se vio la mejoría financiera ni operativa de Oomapasn (que sigue con penosos cortes de luz por parte de la CFE, por millonarios adeudos), mucho menos tuvo la decencia de explicar a los Bomberos qué hizo con sus fondos, lo que llevó a éstos a interponer una denuncia en su contra ante la Fiscalía Anticorrupción.
En una “buceada” hecha en el kilométrico mamotreto de doña Chayo, hay más sobre Oomapasn, como para presumir que se metió en serio a atacar sus rezagos. Pero todo está mocho…o convenientemente mal hecho.
Por ejemplo:
Se informa de entrega de oficinas de Oomapasn, pero nunca precisa el costo, ni quién las pagó.
Dice haber levantado un padrón de tomas clandestinas, cuyos usuarios supuestamente regularizaron sus adeudos…pero no dice cuántas fueron ni mucho menos cuánto ingresó a las arcas del Organismo.
Otra vez, pues, la opacidad por delante.
Igual de alegres son las cuentas cuando presume haber ejecutado miles de acciones para reparar fugas, mejorar el drenaje y el abasto de agua potable, obras cuyos montos no se precisan pero que además nadie vio, porque las aguas negras siguen fluyendo como manantiales y el suministro domiciliario de líquido sigue brillando por su ausencia.
Hay más, y aunque faltaría espacio para desmenuzar toda la “biblia” retacada de parches que entregará la maestra, podríamos mencionar otros ejemplos:
Habla de mil 346 acciones de salud, que por supuesto y fiel a su estilo, no enumera ni siquiera por encimita.
Menciona la construcción de una Ciclovía en la unidad deportiva Faustino Félix….pero no existe.
Se repiten en el casco urbano obras realizadas por comunidades rurales…que también reporta la Siue estatal.
Cita, por supuesto, su “magna obra” del elevador en el palacio municipal, pero omite decir que nunca fue autorizado por el Cabildo, y mucho menos precisa cuál fue su costo.
En el rubro de entrega de despensas terminó enredándose, porque en partes habla de 15 mil 600 y luego brinca hasta las 21 mil, y cacarea la entrega de 2 millones 534 mil desayunos escolares…con las escuelas cerradas debido a la pandemia del Covid.
Eso sí, como el nepotismo y la frivolidad fueron también sellos distintivos de su gobierno, la alcaldesa vierte elogios sobre su hija como presidenta del DIF Municipal, y deja constancia de que con recursos del Ayuntamiento se editó el libro “De vino y lino”…cuyo autor es su Jefe de Oficina, el infumable poeta Jesús Guadalupe Morales Valenzuela.
Por supuesto, una obra “inédita e histórica” como el compendio de retaques elaborado por la señora, no podía pasar por alto su altruismo: ahí se deja constancia también de que generosamente donó sus folclóricos vestidos al Museo Regional del Mayo.
Un gesto así seguramente le garantizará la inscripción de su nombre en letras de bronce.
Ese es, en resumidas cuentas, estimado lector, el wakabaki que Chayito Quintero quiere recetarle primero al Cabildo y luego a los navojoenses, pero por encima del revoltijo, subsisten una certeza y una duda:
1.- La señora no está entregando el estado que guarda el Ayuntamiento en el periodo comprendido del 16 de septiembre del 2020 al 15 de septiembre del 2021, como lo estipula la ley.
2.- ¿De dónde sacará los 50 mil pesos que están pidiendo como “indemnización” los 14 regidores para aprobarle el documento? ¿Los sacará de las ya esqueléticas arcas municipales, o de su propia bolsa, con tal de salir entre arcos triunfales y aplausos (así sean comprados), como es su estilo?
Es un mamotreto de ¡218 páginas!, una revoltura intencionadamente mal hecha, para barnizar como exitosa la peor administración que se haya visto en muchos trienios.
Es un torpe y hasta insultante intento de presumir logros inexistentes, para pitorrearse primero del Cabildo, que por ley debe analizarlo y “palomearlo” y luego de los navojoenses, hartos de ahogarse en fugas de aguas negras en colonias y comunidades donde el pavimento quedó en retazos y en hoyancos.
Hartos de recibir rollos demagógicos, mientras por ningún lado les llegan servicios tan elementales como el del agua potable. Hartos del atole con el dedo de una alcaldesa que salió tan buena actriz dramática como peor administradora; hartos de la corrupción, la ineptitud, la prepotencia y el cinismo que fueron sellos distintivos de todo un trienio.
Los navojenses alzan los brazos al cielo porque la señora ya se va, pero según lo que consta en el documento de marras, no se irá sin perpetrar la última burla…que además –de cuajar una intentona en marcha- terminaría haciendo ooootro hueco en las arcas municipales,
Primero, porque esas 218 páginas que ella seguramente considera un “compendio histórico” de lo alcanzado, no pasan de ser un wakabaki hecho en gigantesco perol, donde la maestra revolvió trabajos –completos unos, mochos otros- del 2019, 2020 y 2021, cuando se supone que el informe corresponde sólo al año en curso. Marrullera hasta el último día, pues.
Y segundo, porque está topándose con que 14 regidores (12 de Morena, Luz María Carretero del Panal y el étnico José Manuel Maldonado Ozuna) aspiran a asestarle la última tarascada al presupuesto, exigiendo ¡50 mil pesos! por cabeza para extender su visto bueno al trinquete de salida, disfrazándola de “justa indemnización” por haberse “sacrificado” tres años en un Cabildo a donde sólo acudieron a levantar la mano en calidad de viles paleros, para avalar cuanto atropello urdió la Presidenta.
Reciclaje y cuentas mochas
A vuelo de pájaro, en el dizque “informe ciudadano” saltan a simple vista logros ficticios como el de presuntamente haber dotado de agua potable a más de 25 mil navojoenses, cuando si algún reclamo se escucha en colonias y comunidades es precisamente la carencia de servicio.
Sin empacho alguno, la maestra recurre al reciclaje, presumiendo la construcción de una subestación de Bomberos (que en realidad data del 2019), y cursos de capacitación para los tragahumo, una desvergüenza cuando éstos tienen meses exigiéndole que les entregue dos millones de pesos, que impunemente les birló de las aportaciones ciudadanas a través de los recibos del agua.
No sólo dejó de darles: les quitó. Les manoteó recursos aportados por la ciudadanía, para fines que nunca se ha dignado clarificar, como nunca clarificó por qué el Organismo Operador del Agua Potable sigue en penosa quiebra cuando meses atrás presumió la solución definitiva de sus crisis, reasignando millonarios recursos de otras dependencias. Se fueron como agua entre los dedos… y vaya usted a saber de quién.
Y si nunca se vio la mejoría financiera ni operativa de Oomapasn (que sigue con penosos cortes de luz por parte de la CFE, por millonarios adeudos), mucho menos tuvo la decencia de explicar a los Bomberos qué hizo con sus fondos, lo que llevó a éstos a interponer una denuncia en su contra ante la Fiscalía Anticorrupción.
En una “buceada” hecha en el kilométrico mamotreto de doña Chayo, hay más sobre Oomapasn, como para presumir que se metió en serio a atacar sus rezagos. Pero todo está mocho…o convenientemente mal hecho.
Por ejemplo:
Se informa de entrega de oficinas de Oomapasn, pero nunca precisa el costo, ni quién las pagó.
Dice haber levantado un padrón de tomas clandestinas, cuyos usuarios supuestamente regularizaron sus adeudos…pero no dice cuántas fueron ni mucho menos cuánto ingresó a las arcas del Organismo.
Otra vez, pues, la opacidad por delante.
Igual de alegres son las cuentas cuando presume haber ejecutado miles de acciones para reparar fugas, mejorar el drenaje y el abasto de agua potable, obras cuyos montos no se precisan pero que además nadie vio, porque las aguas negras siguen fluyendo como manantiales y el suministro domiciliario de líquido sigue brillando por su ausencia.
Hay más, y aunque faltaría espacio para desmenuzar toda la “biblia” retacada de parches que entregará la maestra, podríamos mencionar otros ejemplos:
Habla de mil 346 acciones de salud, que por supuesto y fiel a su estilo, no enumera ni siquiera por encimita.
Menciona la construcción de una Ciclovía en la unidad deportiva Faustino Félix….pero no existe.
Se repiten en el casco urbano obras realizadas por comunidades rurales…que también reporta la Siue estatal.
Cita, por supuesto, su “magna obra” del elevador en el palacio municipal, pero omite decir que nunca fue autorizado por el Cabildo, y mucho menos precisa cuál fue su costo.
En el rubro de entrega de despensas terminó enredándose, porque en partes habla de 15 mil 600 y luego brinca hasta las 21 mil, y cacarea la entrega de 2 millones 534 mil desayunos escolares…con las escuelas cerradas debido a la pandemia del Covid.
El poeta: De vino y lino… A costillas del erario |
Por supuesto, una obra “inédita e histórica” como el compendio de retaques elaborado por la señora, no podía pasar por alto su altruismo: ahí se deja constancia también de que generosamente donó sus folclóricos vestidos al Museo Regional del Mayo.
Un gesto así seguramente le garantizará la inscripción de su nombre en letras de bronce.
Ese es, en resumidas cuentas, estimado lector, el wakabaki que Chayito Quintero quiere recetarle primero al Cabildo y luego a los navojoenses, pero por encima del revoltijo, subsisten una certeza y una duda:
1.- La señora no está entregando el estado que guarda el Ayuntamiento en el periodo comprendido del 16 de septiembre del 2020 al 15 de septiembre del 2021, como lo estipula la ley.
2.- ¿De dónde sacará los 50 mil pesos que están pidiendo como “indemnización” los 14 regidores para aprobarle el documento? ¿Los sacará de las ya esqueléticas arcas municipales, o de su propia bolsa, con tal de salir entre arcos triunfales y aplausos (así sean comprados), como es su estilo?
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