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CARRUSEL: Las de Shirley Vázquez no son coincidencias, es modus operandi * Chayito y su pandilla juegan con fuego; ya hartaron al “Mayito”

Por Víctor Fausto Silva D.

Malo está el cuento entre quienes arriban al poder pregonando el entierro del nepotismo, influyentismo y amiguismo según el decreto lanzado por el gurú López Obrador, cuando apenas tomaron posesión ya empezaron a tirarle tarascadas al pastel, para comérselo entre los de casa.

Como diría el campirano: todavía no llegan y ya están haciendo leña, y para bailotear esas danzas acaba de subir al escenario la maestra Shirley Vázquez Romero, que acaba de levantar la manita protestando como diputada federal por el PT, hoy hijo putativo de Morena.

Shirley Vázquez: el pastel, en familia.


Y es que ya se “chispoteó” el súbito ascenso de su hermano Ulises a la Dirección General del CBTIS 63 en Huatabampo, lo cual quizás no tendría nada de raro, de no ser porque misteriosa y sospechosamente, el hombre deja su bajo perfil y avanza cada vez que su hermana escala nuevas posiciones en la polaca.

Ya le sacaron a relucir que esa misma coincidencia se dio cuando Shirley Vázquez fue diputada local y a don Ulises lo ungieron como Director del Cecytes Bacabachi, y cuando la maestra ocupó la Subsecretaría de Educación con Guillermo Padrés, a su consanguíneo le cayó del cielo la dirección del Conalep en Huatabampo.

Para ser coincidencias son muchas, amén de que, como dicen los viejos, en política no existen dichas coincidencias. Aquí ya parece proceso automatizado: cuando sube uno, sube el otro, lo que alienta el natural sospechosismo, especialmente cuando se tienen antecedentes como para ganarse a pulso los títulos de gandallas y “come solos”.

No faltará quien intente atribuir dichos movimientos como naturales viniendo de un legítimo amor fraterno, pero seguramente no servirá de consuelo primero para quienes se sienten con mayores méritos para alcanzar dichas posiciones, y luego entre quienes se la “rifaron” en campaña con la maestra y siguen viendo pa´l camino a ver cuándo llega la suya, mientras el pastel empieza a servirse primero en familia.

Eso, sin contar con que de la campaña dejó pagos pendientes, que todavía siguen volando y dejando en el aire el supuesto valor de su palabra.

Sin embargo, ni éstos, ni aquellos ni los de acullá tendrían por qué cortarse las venas si hubieran checado los antecedentes de la maestra Shirley, afamada por apalancarse en la gente cada vez que la necesita, para luego ni siquiera contestarles el teléfono una vez instalada en el cargo en turno.

Que lo digan si no cuantos acudían a hacer alguna gestión a Hermosillo cuando fue Subsecretaria, pues a más de cuatro dejó con un palmo de narices –aun con cita hecha- y en el atorón hasta de pedir raite para regresar a sus comunidades… y con las manos vacías.

Así que a quienes ven extraña coincidencia en sus propios ascensos y los de su hermano, les diríamos que no hay tal: en realidad es un patrón de conducta.

Un modus operandi ya muy visto.

Chayito juega con lumbre

Definitivamente, no está bien de la cabeza alguien que sale a impartir conferencias sobre buen gobierno, mientras le chifla al toro escamoteándole información a su sucesor, aun a sabiendas de que innecesariamente está poniéndose las patadas con Sansón.

Es lo que viene sucediendo con la maestra Chayito Quintero, que sigue mareada sobre su ladrillito, mientras los de su pandilla –perdón, equipo- más cercano insisten en pitorrearse del “Mayito” Martínez y la gente que puso al frente del proceso de entrega-recepción.

Chayito: le está chiflando al toro.


Con el tiempo en contra, al próximo alcalde ya le llenaron el saco de piedritas y no parece dispuesto a tolerar más, porque la señora ya se pasó de tueste con sus desplantes y ya se empezaron a tomar medidas de claro deslinde y advertencia de que el morenista no viene a apechugar con desgarriates ajenos.

Una de dichas reacciones es sin duda la denuncia –ooooootra a su cuenta- que el comandante de Bomberos, Edmundo Valdez, acaba de presentar ante la Fiscalía Anticorrupción contra la alcaldesa, que de la noche a la mañana y sin argumento alguno les “desapareció” a los tragahumo dos millones de pesos, aportados por los navojoenses como donativo en sus pagos de agua potable.

Sería propio de idiotas o de muy prepotentes ejecutar una estafa así contra los Bomberos, a sabiendas de que si alguien conoce el teje-maneje ahí es precisamente el “Mayito”, por haber presidido su Patronato.

“Mayito” Martínez (con Durazo): doble mensaje.


O sea: a doña Chayo y sus achichincles les valió cuete conocer el antecedente y por ende, también las consecuencias que habrá de acarrearles su atraco.

Por lo pronto, el “Mayito” manda doble señal: no está manco, y ya lo hartaron jugándole el dedo en la boca, en un proceso que él mismo ha definido como de “entrega-decepción”.

A la señora nada más le falta salir con que entregará formalmente la silla en el armatoste del elevador que a precio de oro construye en el palacio municipal, su “magna obra”, porque a esos niveles está llegando su descarado pitorreo.

Cuidado, pues, porque nunca ha sido buen negocio chiflarle al toro…

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