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CARRUSEL: Chayito: de uñas muy largas y un desastre a simple vista

Chayito: sigue con sus piruetas.


Por Víctor Fausto Silva D.

La regidora panista Berenice Jiménez pintó de un plumazo la desastrosa gestión de la alcaldesa Chayito Quintero en Navojoa. Citamos lo dicho al diario La Verdad:

Lo que hemos visto de ‘Chayito’ Quintero en esta administración es lamentable, tiene muy largas las uñas, no le interesa Navojoa, nos ha dado puras ruedas de prensa de papilla con temas como la donación de sus vestidos, pero nunca nos rindió cuentas, por favor, es una burla

Y ni modo de regatearle contundencia y tino a su afirmación, cuando por enésima vez, la Comisión Federal de Electricidad le dejó sin energía las oficinas centrales del Organismo Operador de Agua Potable.

Mientras doña Chayo se saca de la manga encuestas que supuestamente la avalan como una de las mejores alcaldesas del país, la terca realidad insiste en aterrizarla contra el suelo.

No da una, pero en su mundo paralelo sigue hablando de un gobierno sensible, cercano a la gente y porrrr supuesto: honesto y eficiente.

Pero está visto que doña CFE no entiende de verborrea y autoelogios: reclamaba un pago mínimo de 3 millones de pesos –de un total de 8 millones-, que la paramunicipal fue incapaz de cubrir, así que le pasó el vil tijerazo, como lo ha hecho tatas veces antes.

A la regidora Jiménez le asiste la razón cuando sostiene que en el tema de Oomapasn y el desgarriate financiero, los que ya se van están “nadando de muertito”, pero siendo realistas se quedó corta: a doña Chayo lo que menos le pasa por la cabeza es irse a su casa, sino, por lo contrario, como malabarista de crucero insiste en ejecutar pirueta y media tratando de llamar la atención del gobernador electo Alfonso Durazo, para que le permita brincar al gabinete estatal, aunque sea de portera en alguna oficina.

Oomapasn: planta portátil, otro parche.


Por eso intensifica su promoción de imagen con lo que tenga a la mano: una encuesta que la hace ver mejor calificada que AMLO, las fanfarrias para el elevador que a precio de oro construye en el palacio –su magna obra, dice ella-, la donación de sus vestidos a un museo como si fueran los de Carlota, la desquiciada mujer de Maximiliano y, por supuesto, su excelsa imitación de Libertad Lamarque a la hora de deshacerse en llanto culpando a otros del mugrero que está dejando.

¿Qué esperanza tienen los Bomberos y los socorristas de la Cruz Roja, de que la señora les entregue los casi 4 millones de pesos aportados por los navojoenses como donativos en sus pagos de agua, si ya la dejaron hasta sin luz?

Eso sí: pa’pronto consiguió una planta portátil generadora de electricidad, como para presumir que está muy pendiente de los problemas y de hallarles rápida solución. Lo que ahora se pregunta la gente es de dónde sacará para pagar ya no la renta, sino el combustible que dicho aparato consume, porque ha demostrado hasta la saciedad que es tracamandanga profesional.

Enésimo parche, pues, como parche resultó aquella reasignación de recursos de otras dependencias por 16 millones de pesos, dizque para liquidar totalmente los adeudos de Oomapasn con la CFE. Dinero esfumado, como el que le esfumó a los patronatos de Bomberos y de la Cruz Roja.

Sin embargo, en medio de un panorama tan desolador, surge un pronunciamiento del alcalde electo Mario “Mayito” Martínez, sobre la posibilidad de recurrir a consulta pública para someter a un eventual juicio a la alcaldesa, dependiendo de los resultados del proceso de entrega-recepción del Ayuntamiento.

“Mayito” Martínez: no necesita que le cuenten.


No debió gustarle a la maestra, sobre todo considerando que el “Mayito” agregó a su currículum un plus a su paso como titular del SAT en Cajeme: que ya aprendió a fiscalizar.

A dicha intención habría que añadirle dos elementos más. El primero es que el alcalde le entrará al toro con expertos conocedores de números y manejos administrativos, y dos, que en campaña recorrió palmo a palmo la geografía de Navojoa, donde seguramente no cosechó flores para doña Chayo.

No necesita que le cuenten ni que le vendan ideas, pues.

El desastre está a la vista. Como decía Juan Gabriel: lo que se ve no se juzga.

En un descuido, de aquí a su toma de posesión, el “Mayito” se encuentra con la ciudad a oscuras por los adeudos con la CFE…mientras doña Chayo sigue bailoteando y haciendo piruetas.

Primero es el ejemplo

No es para pecar de alarmistas, pero sí para parar oreja, porque la pandemia por el Covid 19 está poniéndose ooootra vez del cocol.

Los que dicen entenderle sostienen que es la llamada “tercera ola”, el presidente López Obrador –seguramente con otros datos que nomás él ve- lo atribuye a “un ligero repunte” y que las hilachas, pero lo cierto es que la ocupación hospitalaria está disparándose como en los peores días, lo que obliga a todos a dejar de lado la pachanga y tomar en serio la situación.

A nivel nacional, la versión renovada y recargada de Cantinflas, el subsecretario Hugo López Gatell, dice que el 97% de los hospitalizados por Covid enfermaron porque no han sido vacunados y el resto es porque tienen antecedentes de padecimientos añejos que los han debilitado y los han hecho más propensos a contraer el bicho, mientras acá en Sonora nos acercamos cada vez más al rojo del semáforo epidemiológico.

El secretario de Salud Enrique Clausen ya tiene la boca chueca de tanto alertar sobre dicha amenaza: están presentándose hasta 500 contagios diarios, están subiendo los casos de la llamada variante Delta, que mata incluso a quienes ya tienen dos dosis de vacuna y se eleva también el número de pacientes intubados en los hospitales.

Con esos truenos, uno pensaría que las autoridades –todas- serían las primeras en atender los llamados de alerta para proteger a sus gobernados, y hasta les conferimos cierto grado de credibilidad cuando en Guaymas, por ejemplo, la alcaldesa Sara Valle decidió días atrás cerrar todas las playas, porque la gente nomás no entiende y sigue rascándole el costillar a la calaca.

Sara Valle: irresponsable y frívola.


Sin embargo, todo viso de seriedad se va al bote de la basura cuando la propia Sara Valle aparece en redes sociales encantada de la vida y bailoteando como fariseo con los Seris en Punta Chueca, donde más de cuatro especularon que incluso aprovechó para probar el llamado “Sapo”, un alucinógeno que hace ver la Cuarta Transformación como la segunda venida de Cristo a la tierra.

Iracunda por la exhibida, la dama despotricó contra los que la chifletearon, pero su nefasto ejemplo ahí quedó, agravado porque pocos días después se supo de un brote de Covid en Punta Chueca, ya con pacientes trasladados a Hermosillo para su atención urgente.

Ahora quedará la duda –con “Sapo” o sin él- sobre si la frívola alcaldesa llevó el bicho a los Seris o si de ahí lo importará a Guaymas, para que se extienda una plaga que ya parece eterna.

¿A qué viene el tema en este espacio? Primero, a que nos siguen valiendo cuete las recomendaciones respecto al cuidado de nuestra propia vida, y segundo, a que la gente menos hará caso si sigue viendo a sus autoridades dándole vuelo a la hilacha, cuando deberían ser los primeros en predicar con el ejemplo.

Pobre Clausen: terminará con la boca en la nuca, pegando gritos en el desierto.

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