CARRUSEL: En su mundo paralelo, Chayito sigue flotando

Por Víctor Fausto Silva D.

Antes de que la maestra Chayito Quintero entregue la Presidencia de Navojoa, harían bien sus paniaguados en organizar una colecta para hacerle una estatua, y no precisamente por haber “transformado” al municipio, sino por su egolatría y su cinismo elevados a la “ene” potencia.

Chayito Quintero: la lucha se le hace

Porque mire usted: mientras en las colonias siguen clamando por agua a grito abierto, la señora se fue muy oronda a la capital del país ¡a festejar el tercer aniversario del triunfo de López Obrador!

Por supuesto, no podía perder una oportunidad así para explotarla en sus redes sociales y pa’pronto grabó un video con tres simples objetivos a la vista:

1.- Echarse porras.

2.- Echarle porras a López Obrador y

3.- Echarle porras al gobernador electo Alfonso Durazo.

Ninguno de ellos causó gracia alguna. Por el contrario, el videíto la convirtió –oootra vez- en el hazmerreír de quienes lo vieron, pues  no se ve motivo alguno para justificar la andanada de elogios que fue a soltar en la enésima gira turística que se aventó a la capital, a costillas de los navojoenses.

Primero, porque en su caso no hay mucho para presumir cuando ya casi entrega la silla y la gente sigue padeciendo la incapacidad de quien se tiró larga para quedarse corta. La ciudad sigue “greñuda” -como dijo Samuel Ocaña sobre Hermosillo en tiempos del alcalde panista Casimiro Navarro-con las calles destrozadas y las aguas negras brotando como en inagotables fuentes.

Del agua potable ni qué decir: ya la gente se acostumbró a recibir por las llaves más aire que el de un abanico, pero que eso sí, mueve los medidores que es un contento, para cobrarle a los usuarios un servicio del cual carecen.

En el colmo del descaro, el Organismo Operador de Agua Potable acaba de amenazar a los navojoenses ¡con corte de servicio y multas! Además de corneados, apaleados: están obligados a pagar por lo que no reciben y encima serán multados, dizque por derrochadores y para que aprendan a cuidar el líquido. ¿Pues cuál?, se preguntan en las colonias y las comunidades.

Si a eso se le suma que -aparte del multicitado desgarriate y la ristra de corruptelas que la pusieron a un tris de ser destituida- la propia alcaldesa define como su “magna obra” la construcción de un elevador en el palacio municipal, estamos lucidos.

No hay agua y la ciudad apesta a drenaje, pero seguramente en sus sueños guajiros la señora ya se ve organizando tours para que los vecinos vayan a tomarse fotos y videos en el elevador, donde por cierto quedaría que ni mandada hacer su estatua, para que los naviojoenses recuerden por siempre a quien les jugó el dedo en la boca.

Sin embargo, en su desfachatez y su mundo paralelo nada importa: en el videíto se ufana de haber sido la que trajo la Cuarta Transformación a Navojoa de la mano de Morena, como si no se supiera que siempre vomitó a los guindas, que a su vez le asestaron tremebundo patadón en las pasadas elecciones, donde ni siquiera consiguió que la nominaran de perdida para reina de alguna kermés, una lástima considerando el nutrido guardarropa que posee con disfraces para toda ocasión: de china poblana para el Grito, de catrina para el Día de Muertos, etc.

En cuanto a las porras para López Obrador, hubiera sido mejor que las sustentara sobre hechos concretos, porque el hombre ya va a mitad de su sexenio y para acá no ha mandado un mísero ladrillo o de perdida cámaras de llantas para sacarles hule y parchar fugas. Lambisconería vil, pues.

Por lo que respecta a los baldazos de elogios para Alfonso Durazo, éstos sí son la mar de entendibles si se considera que se cree con estatura suficiente como para colarse al gabinete estatal o de perdida meter a su hijo incómodo, Irving Escobosa, que sin tener cargo alguno resultó un hacha como ministro plenipotenciario y para hacer negocios en distintas áreas, especialmente aquellas donde se tienen tratos fuertes con proveedores.

Seguramente a doña Chayo se le cayó la quijada cuando días atrás próximo gobernador dio a conocer a una parte de sus futuros colaboradores y no aparecieron ella ni su retoño, pero ¡qué caray!, la lucha se le hace, ya sea poniéndose de tapete por donde pase Durazo, a través de videos o incluso –perdida ya toda proporción del ridículo- rentando un carrito de la nieve para promover al de Bavispe como el salvador del mundo.

De plano, no hay vergüenza…

¿Y el poeta?

Lamentamos informar a quienes insisten en preguntarnos qué pasó con el poeta-porrista-de-doña Chayo- Jesús Guadalupe Morales, que no podemos dar razón de él.

El Poeta: busca la patente…

Lo último que se supo es que estaba montando un estudio de transmisión más fregón que el del extinto Walter Mercado, pero de su anunciado y revolucionario “periodismo poético de denuncia”, caita.

Pasadas las elecciones, donde tampoco lo peló nadie como asesor de cinco estrellas, quizás anda todavía en los trámites para obtener la patente, o en el papeleo para inscribir su nombre como Marca Registrada, a la altura de AMLO o de su esposa, para que nadie se atreva a piratear su preclara sabiduría.

Ya ven ustedes cómo son las estrellas…