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CARRUSEL: Próspero: listo y motivado para su quinto desafío en las urnas · Guillermo Ruiz Campoy: a un tris de abrir grave boquete en Morena

Por Víctor Fausto Silva D.

Estamos prácticamente a unas horas de que se dé el banderazo de salida general para todos los candidatos a puestos de elección popular, y el que se declara más que presto y dispuesto para echar toda la carne al asador es Próspero Ibarra Otero.

Próspero Ibarra: falta trabajo y equilibrio


Plantado en el escenario para buscar de nuevo la diputación federal por el séptimo distrito, ahora impulsado por PRI, PAN y PRD, el huatabampense tiene muy claro lo que hoy se necesita:

“Ser un diputado a de veras, un diputado que se sienta y que se escuche”, especialmente en una coyuntura como la actual donde se necesita “llevar equilibrio a la Cámara de Diputados, en el entorno de un gobierno donde todo está en un sólo lado”, en obvia alusión a la centralización del poder resucitada por López Obrador.

“Es una campaña para que la región del Mayo cuente con una verdadera representación, no como la que tuvo estos últimos tres años. Es una campaña de unidad ciudadana, donde echaremos mano de mi experiencia como  gestor para lograr mayores beneficios para la gente, pero también para servir como defensa ante acciones que vayan en contra de los intereses de la gente”, dice en conversación sostenida este martes.

Sabe que la contienda viene reñida, pero es un convencido de que Ernesto “El Borrego” Gándara es la mejor opción para la gubernatura y un poderoso factor para aglutinar esfuerzos. “y tan es así que esa capacidad le fue reconocida por tres fuerzas políticas diferentes para otorgarle su apoyo”.

La elección de Próspero Ibarra se dio con el tiempo suficiente como para permitirle detallar un minucioso trabajo de gabinete que ya quedó listo. “Y ahora sí: otra vez a la calle, otra vez a ver personalmente a la gente, recoger sus inquietudes, sus propuestas y sus necesidades, y otra vez a responderles, como lo hemos hecho en ocasiones anteriores”.

Y otra vez a las urnas, diríamos nosotros, una prueba que el de Huatabampo ha superado cuatro veces, dos como diputado local, una como alcalde y otra como legislador federal.

Es un terreno muy conocido y recorrido por él, donde supo sembrar, porque le metió trabajo en serio.

Entre otros sectores, seguramente el de los pescadores tiene grata memoria de su paso por la Cámara, pues supo aterrizar aquí programas como Propesca, con apoyos para la compra de diésel marino, pangas, motores, dragados de bahía y presupuesto que garantizó empleos temporales para los hombres de mar en tiempos de veda.

Fueron muchos logros más alcanzados desde su posición como presidente de la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, pero sería largo enumerar el cúmulo de acciones que, especialmente en materia presupuestaria, supo empujar en beneficio del estado para rubros como educación, salud, ciencia y tecnología e infraestructura, sobre todo en lo tocante a respaldar el rescate carretero planteado por la gobernadora Claudia Pavlovich.

Pero además de lo macro, los habitantes del séptimo distrito lo recuerdan como un tenaz gestor de recursos del hoy desaparecido Fondo Legislativo, que prácticamente “regó” de obras, no de relumbrón, pero sí indispensables para los habitantes del distrito, lo mismo en Navojoa que en Etchojoa, Huatabampo, Álamos, Quiriego, Benito Juárez y Rosario, con especial atención a escuelas, parques infantiles y espacios deportivos.

Próspero Ibarra está de vuelta y más motivado, pues si ya ganó cuatro veces por el PRI, no tiene duda alguna de que volverá a pasar la prueba de las urnas, ahora respaldado también por el PAN y el PRD.

Son buenas noticias para la triple alianza…y preocupantes para los de enfrente, que conocen –y reconocen- su competitividad.

No hicieron la tarea

Se veía venir, y seguramente con graves consecuencias para Morena: el ex síndico municipal Guillermo Ruiz Campoy, advierte que, postulado o no por los guindas, irá en busca de la presidencia municipal.

Ruiz Campoy: alguien no hizo la tarea


“De que voy de candidato, voy de candidato”, dice el hombre que le metió meses y largo kilometraje de recorridos al trabajo de campo, apuntalando un reconocimiento social que según le dicen vía filtraciones, no le alcanzó para despuntar como el favorito.

No tiene aún la decisión oficial a la mano, pero no se engaña cuando los truenos le advierten que la decisión ya fue tomada a favor de Mario “Mayito” Martínez Bojórquez.

¿Qué ruta tomará ahora Ruiz Campoy?

No lo aclara de momento, pero adelanta su casi segura inclinación por Movimiento Ciudadano, donde las manda cantar Ricardo Bours Castelo.

“Yo no abandono a Morena: Morena me abandona a mí”, advierte con un dejo de decepción hacia los métodos que presumiblemente aplica el partido guinda para la selección de sus candidatos.

A fuerza de ser sinceros, no puede atribuírsele una salida por un mero e inmaduro berrinche, porque en una administración tan desastrosa y desaseada como la de Chayito Quintero, fue de los pocos que mantuvo en alto su filiación de morenista.

Primero lo hizo con un trabajo institucional serio y responsable que lo dejó a salvo de cuanto escándalo ha manchado este trienio, y luego, ya fuera del cargo, volviendo a las bases con un trabajo incesante recorriendo calles, tocando puertas y recogiendo inquietudes.

Le dicen ahora que ni así le alcanzó y vuelven a dejarlo en la orillita. Como lo dejaron el 2018 cuando era el mejor perfilado por Morena, pero sucumbió ante los arreglos cupulares para cederle el paso a Chayito, quien chaqueteó en el PAN para colarse a la contienda desde el fantasmagórico y hoy desaparecido Partido Encuentro Social (PES), pavoneando un supuesto arrastre electoral que no le dio ni 500 votos.

La maestra llegó –como muchos otros- catapultada por la ola de AMLO y desde ahí, para desgracia de los navojoenses, se llenó de caldo flaco. Pero esa es otra historia.

La que está por escribirse va perfilándose como de una severa crisis para Morena, porque alguien desde los altos mandos no supo hacer la tarea para planchar acuerdos – hasta con eventuales reacomodos- para mantener una unidad que les resultará de vida o muerte, incluso con resultados impredecibles en el juego por la Gubernatura.

Ahora, Guillermo Ruiz Campoy sólo espera que le den el veredicto oficial para lanzarse desde otra trinchera. Y con él su gente, porque no puede negársele que la tiene.

Un innecesario boquete, donde injustamente estarán raspando al “Mayito” Martínez, un hombre limpio y decente, el menos culpable de que desde adentro le estén aventando piedras a un camino que apenas empezará a recorrer.

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