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CARRUSEL: Chayito amenaza con buscar la reelección, con apoyo de Durazo * Lanza el poeta otro plan rupestre, para chantajear a los burócratas

Por Víctor Fausto Silva D.

Se ha dicho hasta la saciedad que en el gobierno Morenista de Navojoa hace buen rato se rebasó todo límite de asombro, pero está visto que la cantera de ocurrencias y disparates entre quienes le calientan la cabeza a la alcaldesa, es francamente inagotable.

Alfonso Durazo: ¿tan urgidos andan?
Esta semana se dio la enésima muestra de ello, durante varias encerronas orquestadas por el poeta Jesús Guadalupe Morales, - a la sazón asesor de cabecera en cuanto a disparates- en las cuales Chayito Quintero soltó la primicia que según ella cimbrará al sistema político y en un descuido decidirá la Gubernatura: ¡va por la reelección!

Por supuesto, no es el primer sueño guajiro que se le conoce, aunque ahora cambió radicalmente el contexto, porque según ella, en parte el proyectazo político no es exclusivamente suyo: si se animó a lanzarse fue por petición expresa del mismísimo Alfonso Durazo Montaño, ¡porque la necesita para arrasar en las urnas!

A Durazo no se le conoce que ande tan urgido de allegarse cartuchos quemados, menos bajo recurrentes acusaciones de corrupción y un inminente juicio político encima, pero bueno, para Chayito Quintero esos son pelillos a la mar, que su padrino político ya le ofreció quitarle de un plumazo.

La alcaldesa: ¿navojoenses masoquistas?
Lo que extraña, conocido su rollo de cilindrero de que en las comunidades la adoran, es que no se apalanque en ellas para arroparse de pueblo e ir sembrando el mensaje proselitista de Durazo, sino que recurra a la rancia fórmula priista de allegarse a fuerzas el apoyo de los burócratas municipales, so pena de despedir a quienes no le muestren su “voluntario” respaldo.

Obviamente, la rupestre estrategia fue diseñada por el poeta, y para ir armando el tinglado hizo mancuerna con el titular de Comunicación Social, Antonio Sánchez –el mismo que le debe “una lanita a Hacienda” y sigue cobrando con prestanombres-, que para ello puso a su disposición oficinas a las cuales fueron llevados en grupos los principales funcionarios, para recibir el “coco wash” y el mensaje intimidatorio.

Como en las películas de la mafia y por aquello de las canijas filtraciones, cada asistente fue despojado de su celular, no fuera a ser la de malas.

Ya en el búnker, la maestra les soltó la primicia: irá por la reelección porque es la alcaldesa mejor calificada y posicionada no sólo en Sonora, “sino en el noroeste del país”, y porque “Alfonso me necesita para ganar”.

Naturalmente, vino luego un largo baño de autoelogios acompañado por la arenga de que es la hora de jugársela con ella como premio por su sacrificada labor en bien de los navojoenses, y porque si no es con ella, su jalón popular, su honradez y su talento, peligra el mismísimo triunfo de Alfonso Durazo para la gubernatura.

El poeta: cantera de disparates
Cuentan quienes ahí estuvieron, que todavía no se reponían de la impresión, cuando por voz del poeta Morales Valenzuela les llegó el “pase de charola”: cada uno debía llevar a las siguientes reuniones a 10 empleados de confianza de sus respectivas áreas, para el adoctrinamiento a cargo del poeta.

Hasta ahí todo se veía medianamente “normal” -dejando de lado lo arcaico de la estratagema- hasta que les revelaron la segunda etapa: cada prosélito “voluntario” debía proporcionar a su vez los números telefónicos y las cuentas de las redes sociales de sus familiares, porque en lo sucesivo ellos se encargarán de palomear y difundir cuanto mensaje emita la iluminada alcaldesa o les mande el poeta, tarea que naturalmente incluye descalificar y difamar en redes a medios de comunicación o a ciudadanos que tengan el atrevimiento de criticarlos.

El Maquiavelo de huarache estaría creando así un ejército de “pistoleros cibernéticos”, pues, controlable –según él- revisando periódicamente su rendimiento en redes, con el mensajito previo de que aquí la causa es sólo una, y se le defiende o se sale de nómina.

Seguramente Morales Valenzuela ya se frotaba las manos de entusiasmo, porque de esta primera prueba de laboratorio brincaría a poner el siniestro esquema – que dejaría a Bill Gates como aprendiz de brujo - a disposición de Alfonso Durazo, y entonces éste lo ungiría como candidato a la alcaldía de Etchojoa, pues de eso anda pidiendo su limosna.

Todo se veía venir redondo, de no ser porque el corriente y abusivo esquema de “jalas conmigo o te despido” terminó generando más repudio que apoyo, y la jugarreta ya es de conocimiento público, con la consecuente carretada de chifletas para sus orquestadores.

Si a los funcionarios no les gustó que los chantajearan de esa forma, menos les cuadró a sus familiares que los usara como marionetas un sujeto cuyo único oficio es “meterle aire” a la alcaldesa.

Quedan en el aire, sin embargo, tres temerarios anuncios de Chayito Quintero:

1.- Que va por la reelección

2.- Que Alfonso Durazo se lo pidió “porque la necesita”, y

3.- Que el mismo Durazo meterá mano en el Congreso del Estado para echar abajo el juicio político en su contra.

Cabría preguntarse, respecto al primero: ¿en serio creerá la señora que los navojoenses llegarían a ese grado de masoquismo? Bueno: una cosa es que la busque, y otra que la logre.

De los otros dos puntos, cabría preguntarle a Durazo o al dirigente de Morena en Sonora, Jacobo Mendoza: ¿a poco tan escasos andan de gente capaz y honrada, como para echarse encima tantas broncas, comprándole versiones triunfalistas a quien como candidata a la alcaldía el 2018 no consiguió ni 500 votos?

Veremos y diremos, estimado lector…

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