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Antonio Sánchez: A confesión de parte, relevo de pruebas…

Antonio Sánchez: ¡No me ayudes, compadre!

Por Víctor Fausto Silva D.

Más valía que no hubiera ido.

El Director de Comunicación Social de Navojoa, Antonio Sánchez, pidió derecho de réplica para responderle a la periodista Cony Peraza en la radio La Nuestra, y le salió peor el remedio que la enfermedad.

Por desmentir que haya ejercido violencia contra la comunicadora, terminó evidenciando no sólo que rebajó su investidura a pleitos y gritoneos de callejón, sino además que incurre en la inmoral práctica de cobrar como funcionario público y como directivo de medios de comunicación.

Y por si algo faltara, confesó muy orondo que lo hace ¡a través de prestanombres! debido a que él no puede facturar, ¡porque le debe “una lanita”! (así dijo, literal) a la Secretaría de Hacienda.

¡No me ayudes, compadre!, debió decir la alcaldesa Chayito Quintero, sobre todo con las reacciones que su declaración provocó, como la del regidor Carlos Quiroz Romo, quien le advirtió que su mea culpa puede configurar delitos, por lo cual le exigió renunciar.

Si algún ejecutor del SAT escuchó la entrevista, ya sabe cómo ponerle cola para cobrarle “la lanita” que le debe al siempre feroz fisco, más en tiempos de la 4T, en los cuales se supone que no hay intocables y mucho menos evasores a la sombra del poder.

Y es que, como dicen los abogados, a confesión de parte, relevo de pruebas. Dos más dos siguen siendo cuatro: si le debe a Hacienda es que recibió ingresos y no declaró ni entregó lo correspondiente a dicha dependencia, o alguna otra jugarreta.

Por eso factura a través de Luis Alonso Sánchez Martínez (hermano), Casimiro Montes Palomera (su empleado), Luz María Garduño Sánchez (sobrina), Dania María Ruiz Ayala (cuñada), Guadalupe López Valenzuela (esposa) y María Lourdes Álvarez (mamá de un compadre).

En el galimatías en el cual se enredó, el hombre, que en la entrevista echó por delante 33 años de ejercicio periodístico y una trayectoria “limpia e intachable”, envió a segundo plano el agarre que tuvo con Cony en las escalinatas del palacio, para centrarse en el baño de autoelogios.

Como acordeón, estiró una ristra de méritos. A saber, en el ámbito político: presidente del Partido Colosista (en formación, a ver para cuándo), dos veces candidato a alcalde de Navojoa y regidor.

Y en el ámbito periodístico, su paso por periódicos estatales y radio, la presidencia de una asociación de periodistas y varios galardones a nivel nacional.

Hasta mostró en el noticiario uno de los cacharpones que le han entregado, aunque nunca aclaró si se lo dieron por el corrientérrimo y pasquinero espacio de “La Hocicona”, regadera de ataques y difamaciones redactadas con lenguaje de carretonero, con perdón de éstos.

Tampoco llevó el cacharpón que le entregó “El Comandante Cobra” de ingrata memoria, nombrándolo entre sus representantes regionales de la Guardia Intergaláctica.

En suma, dijo ser tan famoso y prestigiado, que desde la entrada a Navojoa se puede preguntar por él y cualquiera lo conoce.

Para acabar pronto, si fuera de Nogales, diría que es más famoso que el monumento de “El mono bichi”, reconocido en aquella frontera hasta por los perros. O parafraseando la publicidad del restaurant “Xochimilco” de Hermosillo: “Si viene a Navojoa y no conoce a Antonio Sánchez, haga de cuenta que no vino”.

En eso quedó el derecho de réplica: en una confesión de deshonestidad y de culto al egocentrismo.

Pobrecita la alcaldesa, porque si éstos son los defensores “que le entienden”, ¿cómo estarán los que no?…

Víctor Fausto Silva Duran
Periodismocomoes@gmail.com

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