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CARRUSEL: Nuevo objetivo de AMLO: Hacer oficial la felicidad

López Gatell: Gráficas y melcocha
Por Víctor Fausto Silva D.
Con problemas tan graves como la pandemia del coronavirus, el colapso económico mundial y una inseguridad que no afloja por más abrazos que reparte –incluidos apapachos a la mamá del Chapo Guzmán-, uno pensaría que al presidente López Obrador se le espantó el sueño, buscando soluciones que a la par de contundentes sean históricas, debidamente proporcionales a su delirio de grandeza.

Pero no: si en su tiempo el nefasto Luis Echeverría fue calificado por sus lambiscones como “El infatigable”, el actual dueño de México de ninguna manera quiere quedarse atrás, así que se da tiempo para abarcar cuanta actividad puede…pero en un mundo paralelo, muy ajeno al que están padeciendo los mexicanos.

Empecinado en desbancar al Papa y al Dalai Lama en sabiduría y borrar de la historia a cuanto pensador o economista haya existido, López Obrador delegó en segundones lo cotidiano y mundano, mientras él flota y se dedica a lo verdaderamente trascendente: lo espiritual, lo que al final de cuentas sacará a los mexicanos de sus ancestrales penurias y los llevará a la felicidad plena, ooobviamente de su mano.

¿Que el coronavirus no afloja, el número de muertes va en ascenso y los médicos siguen batallando por equipo? Todo eso es secundario: para eso está nuestro rockstar López Gatell, que lo mismo podría trabajar en la SCT como experto en curvas y picos interminables.

¿Que el mundo se está cayendo en lo económico? A’i se la echa Arturo Herrera en Hacienda, aunque para hallarlo terminarán lanzando Alerta Amber, porque hace bueeeen rato anda más extraviado que la 4T en su conjunto.

En seguridad ni se diga: no importa que la Guardia Nacional haya tronado y sin rubor alguno se recurra a la receta calderonista de echar mano del Ejército, porque “haiga sido como haiga sido”, no había de otra.

López Gatell: Gráficas y melcocha
Además, López Gatell y Alfonso Durazo le cayeron como anillo al dedo a Su Alteza Serenísima a la hora de presentar gráficas que ni ellos entienden, mientras las explican mediante una espesa melcocha verbal de términos técnicos y políticos, tratando de disfrazar la triste realidad de que vamos mal y las cosas se pondrán peores, eso sí, siempre con algún comparativo a la mano de hay otros países más jodidos que el nuestro. Mal de muchos…

Menos mal, pues, que los problemillas diarios están en buenas -y sobre todo capaces- manos, porque eso da tiempo para que Su Ilustrísima de Macuspana sacuda los cimientos del mundo: días atrás publicó otra revolucionaria enciclopedia sobre economía en tiempos de coronavirus, y como el país va viento en popa, ya anunció que de pasadita trabaja en un nuevo sistema para medir ya no el crecimiento económico, sino el bienestar y la felicidad del pueblo.

Y no crea usted, estimado lector, que será cualquier manual chicharronero, de ninguna manera, porque incluso se trata de que luego otros países lo adopten como manual de cabecera.

Para que le den forma y brillo a su concepción sobre un mundo feliz, López Obrador ya dijo que convocará “a econometristas, matemáticos, economistas, sociólogos, antropólogos, psicólogos y especialistas”.

(Las que por ningún lado aparecen como asesoras, expertas en felicidad o infierno doméstico, son las amas de casa, víctimas del criminal disparo de precios en los comercios, pero al final no cuentan, como no cuentan sus denuncias sobre feminicidios y violencia en su contra, porque ya dijo Su Alteza que el 90 por ciento de sus denuncias ¡son falsas!, y tan chillonas ni le gustan).

En fin, amable lector, saludemos con gusto y reluciente esperanza el nuevo esfuerzo de AMLO por demostrarnos que si seguimos quejándonos, es por malagradecidos “de nacencia”, porque las cosas jamás estuvieron tan bien como ahora.

Apurado como andaba por soltar la primicia sobre su nuevo manual operativo -y porque todavía le falta la pulidita de los sabios-, no mencionó lo que fuentes cercanas a la 4T nos adelantan: que para la nueva medición, el INEGI realizará encuestas casa por casa con una sola pregunta y tres opciones de respuestas:

¿Es usted feliz gracias a López Obrador?

A).- ¡Hasta ahora conocí la felicidad!

B).- ¡Es el enviado de Dios!

C).- ¡Ojalá se reelija 5 veces!

Nos adelantan también que, a la par, el grupo de sabios asesores está preparándole al Presidente un proyecto para la creación del Instituto Nacional de la Felicidad, con la sugerencia de que lo dirija su esposa, quien hace meses dio contundente demostración de compromiso social, cuando apoyó la protesta “Un Día sin mujeres” y luego reculó.

Para elaborar las gráficas de paraíso terrenal que doña Beatriz presumirá en las mañaneras, nos dicen que ya se apuntaron López Gatell y Alfonso Durazo. Y hasta le pondrán florecitas.

No sé a usted, estimado lector, pero estos adelantos que nos hacen llegar nos huelen a chunga, aunque ¿no parece inmerso en desafortunada chunga todo el gobierno de la 4T?

Porque según lo visto –y peores cosas se verán, dice la biblia-, ya puede creerse y esperarse cualquier cosa.

¡Qué país éste!

Víctor Fausto Silva Duran
Periodismocomoes@gmail.com

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