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CARRUSEL: + Horrible debut de Durazo en “La nueva normalidad” + Del carrusel de locos vamos a la montaña rusa… ¡sin frenos!

Durazo: Pensó que se le cuadrarían

Por Vícto Fausto Silva D.

Si en la Cuarta Transformación muchas cosas nos dejaron patidifusos, parece que en “La nueva normalidad” –luminosa y esperanzadora, no la cochinada que conocíamos- no nos irá mejor.

¿Recuerda, estimado lector, el estrepitoso ridículo que hizo Alfonso Durazo con la frustrada captura del “Chapito” Guzmán en Culiacán?

Pues seguramente recuerda también que cuando el mundo se le vino encima y se habló de que no tardaba en salir con los tiliches a cuestas, el presidente López Obrador salió a apuntalarlo diciendo que él lo veía “fortachón y de muy buen ánimo”, una especie de certificado para que siguiera cobrando en la Secretaría de Seguridad Pública sólo por hacer primorosas gráficas de colores, donde según él demuestra que la violencia va cediendo gracias a los abrazos.

Los plebeyos que seguimos viendo las matazones por todos lados, entendimos que el espaldarazo presidencial se debía más a la terquedad de Su Alteza Serenísima que a la obtención de resultados. Porque ya nos la había cantado: para AMLO lo que cuenta es la lealtad, no el conocimiento ni la eficiencia, y como don Alfonso se pinta solito para sacarse de la cartera convicciones y lealtades “a modo” -como lo hizo con Colosio y con Fox- pues ahí se quedó muy campante.

Eso fue en la 4T, porque ahora en la “Nueva normalidad”, al señor de Bavispe se le hizo fácil apuntalarse solo, al declarar que el retorno del ejército al combate de la inseguridad no implica de modo alguno la temida militarización, porque “tal apoyo estará siempre subordinado a la Guardia Nacional”, como lo publicó en Twitter.

Pues no. No pasaron muchas horas para que el Jefe máximo le diera contra el suelo, aunque de paso también se mordiera la cola echando abajo su cantaleta de campaña de que los militares deberían regresar a sus cuarteles, porque nada tienen que hacer como policías.


Calderón: Lo admiran en secreto
“Estoy convencido de que es necesario (el Ejército en seguridad pública)”, dijo el ex rayito de esperanza, y como para no dejar dudas sobre su secreta y obtusa admiración por Felipe Calderón, remachó el clavo:

“Tenemos la dicha de contar con el ejército y la Marina para la protección de los mexicanos y la seguridad pública. Se estaba desaprovechando la utilización de estas instituciones para atender el principal problema que heredamos, de inseguridad y violencia”.

¿Qué pensarán sus adoratrices de tan evidente reculada pública? Eso y la rechifla que pudiera suscitar tienen muy sin cuidado al dueño del país, pues se curó en salud al señalar que quienes lo critican “son una élite de oficina, les falta baño de pueblo”. Y tan tan.

¿Y dónde aparece Durazo?, dirá usted.

El problema es que no aparece, o mejor dicho: el que manda lo borró de un plumazo, porque mientras el sonorense sostiene que el Ejército “estará siempre subordinado a la Guardia Nacional” (que en teoría dirige él), López Obrador ni siquiera cuidó las formas para decirle cómo mascará la iguana.

Para que no salgan luego con que los medios “todo lo tergiversan”, he aquí lo que dijo, textual:

“La Guardia Nacional tiene que tener relación estrecha con las fuerzas armadas, y el mando tiene que estar adscrito a las fuerzas armadas”.

¿Así o más clarito el mensaje para Durazo? ¿Hay o no militarización? ¿Siguen o no siguen el modelo que tanto le criticaron a Felipe Calderón, a quien AMLO llegó a chotear como “Comandante Borolas” echándole en cara haber usado al Ejército para tirarle “garrotazos a lo tonto” al narco? ¿Ellos sí tirarán “garrotazos a lo inteligente”?

¿Quién es ahora el “Comandante Borolas”?

Volviendo con Durazo, ¿a poco ya veía a los Generales del Ejército y la Marina cuadrándosele para recibir órdenes, cuando constitucionalmente el único mando civil que reconocen es el del Presidente, por su investidura de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas?

Le digo, estimado lector, que “La nueva normalidad” ¡nos traerá cada cosa!…

Pilato les queda chico

Por todos lados nos dicen que la pandemia nos dejará como legado valiosas enseñanzas y hábitos por demás saludables, como el de lavarse frecuentemente las manos.

Pero resulta que son tan recomendables, que el de lavarse las manos hasta dormidos fue adoptado de inmediato por los regenteadores de la 4T para eludir responsabilidades, más cuando algunos de ellos fueron investidos por AMLO como científicos, expertos y sabios en la materia.

López Gatell: Pilato les viene guango

El más preclaro de ellos, Hugo López Gatell, salió este jueves con una joya-pretexto que les envidiaría hasta Poncio Pilato, el precursor del lavado de manos:

El señor dijo que a partir del primero de junio, “las decisiones sobre la reanudación de actividades laborales, escolares y de recreación serán responsabilidad absoluta de los gobiernos estatales. La Federación los podrá apoyar con el modelo matemático que predice el comportamiento de la pandemia y la evaluación de riesgos”.

El golpe se veía venir desde que el miércoles López Obrador anunció su tan pomposo como nebuloso plan de reactivación económica, al que le quitó toda obligatoriedad por parte de los gobernadores y los alcaldes, que de por sí ya venían fajándose solos ante la pandemia.

Unos le atinaron y otros se fueron a los extremos, pero le atoraron a como mejor le entendían, mientras el Presidente y su equipo primero se columpiaban en una hamaca y luego se levantaban tirando palos de ciego, sin haber previsto ni siquiera la dotación suficiente de tapabocas, ya no se diga de respiradores para los enfermos graves

La nueva y truculenta salida de López Gatell es una especie de pial para las posteriores cuentas: si las cosas salen bien, será por la atinadísima conducción del gobierno federal y sus sabios –ooobviamente con estrellita para AMLO-, pero si salen mal, la culpa será de los gobernadores y alcaldes, con todo y muertos incluidos.

¿De qué diablos les servirá a los gobernadores el modelo matemático que sigue López Gatell – cuestionadísimo, además-, si se les está viniendo el mundo encima no sólo por los casos de coronavirus, sino por los desastrosos efectos económicos que ya empezaron a reflejarse en cierre de empresas y pérdidas de miles de empleos, mientras en la Federación se hacen chombitos?

Mandarles el dichoso modelito para hacer predicciones es equivalente a mandarles un violín.

Y tan eficaz y seguro como consultar a cualquier charlatán para que les lea las cartas del Tarot.

Le digo, amable lector, que Poncio Pilato les viene guango.

Si la 4T se presentó en su momento como un carrusel de locos, “La nueva normalidad” apunta para ser una montaña rusa… ¡pero sin frenos!

Víctor Fausto Silva Duran
Periodismocomoes@gmail.com

1 comentario:

  1. Siempre debe haber libertad de expresión como de Victor Fausto Silva para entender la realidad o acercamiento a la realidad politica, porquê gracias al periodismo se puede llegar a relucir los acontecimientos reales segun el criterio del lector sea de cualquier partido y no a la censura periodista.

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