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CARRUSEL: 1.- Coronavirus: La nueva tragicomedia 2. César Granich: ¿Advenedizo o iluso?

Claudia Pavlovich: Medidas urgentes
Es indudable que este país vive entre tragicomedias cíclicas y la más actual es la del coronavirus, donde nuestros gobernantes terminan por interpretar los papeles principales, muchos de ellos de lo sublime a lo ridículo.

No se necesitan muchos ejemplos para demostrarlo: mientras el mundo tiembla por la pandemia, los muertos se acumulan y los presidentes no hallan cómo contenerla y evitar la catástrofe económica que ya está encima, aquí López Obrador nos sale con que no pasa nada y que basta con traer en la cartera una imagen del sagrado corazón de Jesús, un trébol de seis hojas y un billete de dólar.

Ya no se sabe si el Presidente está en sus cabales, pero todo parece indicar que no, porque en todo caso y usando el mismo tono chacotero y socarrón que utiliza en las mañaneras, cabría preguntarle por qué -¡tan patriota él!- en vez de un dólar no trae en la bolsa un billete de 20 pesos, a menos que sea por chafas, y por qué siendo representante de Cristo en la tierra, ni el Papa se atiene sólo a las imágenes y decidió suspender hasta los ritos de Semana Santa, para no exponer a las multitudes al contagio.

Aquí no: Su Alteza Serenísima actúa como chamaco trepado en brinca-brinca, y mientras de dientes para afuera dice que ya dejó todo el problema en manos de los médicos y los especialistas, él sigue recorriendo el país armando mítines como si anduviera en elecciones, abrazando y besuqueando lo mismo a adultos que a niños, cuyos irresponsables padres hasta se enorgullecen de que se los manosee.

Ya hubo uno que ante las críticas salió en su defensa diciendo que el apachurrón y la babeada de cachete que el Presidente le dio a su hija fue porque ella estaba rematada de necia queriéndolo conocer y tomarse fotos con él, y ni modo: a los chamacos lo que pidan. Una selfie con El que Todo lo Sabe bien vale la pena, así vaya de por medio su salud, la de su familia y la de sus más allegados.

¡Qué país éste!

Y mientras López Obrador sigue en su onda frívola e irresponsable placeándose como artista de carpa, la sociedad, los gobernadores y los alcaldes tuvieron que ponerse las pilas y ganarle la delantera tomando medidas emergentes para enfrentar una crisis que él no quiere ver.

En Nacozari, por ejemplo, la alcaldesa Juanita Romero no se anduvo con medias tintas y decretó toque de queda de las 20:00 a las 8:00 AM, para que nadie sin negocio ande en las calles corriendo el riesgo de pepenar el virus o desparramarlo.

¿Qué la señora está exagerando? Quizás, pero seguramente tendrá luego la conciencia muy tranquila pensando que siempre vale más exagerar que lamentar.

Claudia Pavlovich: Medidas urgentes

A nivel estatal, no puede dejar de reconocerse la forma en la que está reaccionando la gobernadora Claudia Pavlovich con atinadas medidas en diversos frentes y en coordinación lo mismo con corporaciones oficiales y civiles que con los empresarios, a los que ya les arrimó un boche de incentivos, sobre todo pensando en que las cosas pueden empeorar y podrían verse en la necesidad de paralizar actividades a muy alto costo.

Plausible, sin duda.

“El Chavalo” Díaz: En sintonía
Lo mismo puede decirse de los alcaldes que atendiendo el llamado a asumir su responsabilidad se tomaron muy en serio su papel, como acá en Huatabampo Ramón “El Chavalo” Díaz Nieblas, que accionó rápido para ejecutar el cierre de las playas de ese municipio, un potencial y gigantesco foco de contagio dada la cantidad de paseantes que las saturan en Semana Santa.

Será sin duda un fuerte golpe para la economía de los prestadores de servicio de la región, pero nadie le quitará el mérito al “Chavalo” de privilegiar el valor de la salud y la vida sobre el económico, que como quiera se enfrenta después.

Sin embargo, como en toda emergencia de este calibre, también brillan por sí solos los irresponsables, a los que todo les vale cuete mientras no los bajen del ladrillito donde se marean.

Una de esas personas es la alcaldesa de Navojoa, Chayito Quintero, que habiendo aprobado la prohibición de organizar eventos con más de diez asistentes, hizo la reunión extraordinaria de Cabildo con un salón retacado de regidores, periodistas y mitoteros, sólo para presentar la auditoría patito que se mandó hacer –pagada con dinero de los navojoenses- y en la que oooobviamente salió rechinando de limpia.

Eso sí, como es consumada actriz, luego salió a las calles a repartir volantes advirtiendo sobre los riesgos del coronavirus, mientras sus paniaguados le tomaban fotos y videos con la panorámica mazorca pelada, como si anduviera anunciando un carnaval o la llegada de un circo, en vez de una epidemia.

Otro de esa ralea es el regidor étnico José Manuel Maldonado Ozuna, a la vez Cobanaro segundo de Pueblo Viejo, que por una motocicleta Itálika y una chamba para su esposa se volvió yori, y ni la lucha le hizo para tratar de convencer a sus hermanos yoremes de que suspendan los rituales de Semana Mayor, donde cientos de asistentes se convertirán también en potenciales difusores del fatídico virus,

Ha de pensar que entre menos indios más olotes, y que trepado en la moto no lo alcanzará la moderna peste, que en un descuido y por irresponsable, no le deja enteros ni los huaraches.

Llegaron los acelerados…

Mientras en Navojoa la moneda sigue en el aire sobre el solicitado juicio político contra Chayito Quintero y su eventual remoción, hay quienes ya empezaron a calentar motores con las ambiciones puestas en el 2021, especialmente desde la trinchera del PRI, donde más de cuatro apuestan que tras el desastre del gobierno Morenista la plaza caerá automáticamente en sus manos como fruta madura.

César Granich (izq.): ¿A cachar elevaditos?
Uno de los que ya brincó a hacer ruido es César Javier Granich Duarte, presidente de la Sociedad de Usuarios del Distrito de Riego 038 del Río Mayo, con súbita y sospechosa presencia ante los micrófonos en el noticiario del “Chema” Armenta ¡para hablar del coronavirus!

Está bien que el asunto ande en boca de medio mundo, pero de no ser por adelantada calentura electoral, nadie se explica la mediática aparición y mucho menos el tema escogido, primero, porque ni es médico ni funcionario público, y luego porque como dirigente de un organismo privado ya tiene a la mano los conductos internos para dirigirse a sus agremiados, sin necesidad de buscar bocinas externas.

Si a eso se le suma que bajo cuerda hay quienes filtran que a Granich le late el corazoncito y ya empezó a moverse buscando convertirse en cabeza de grupo para buscar la alcaldía el 2021, entendería uno la legitimidad y las posibilidades de su aspiración, de no ser por dos factores que lo ponen francamente cuesta arriba, si no es que como un iluso:

1.- No tiene la más mínima experiencia en el campo político, y específicamente en el PRI, ni siquiera ha sido suplente en algún comité seccional como para presumir algo de militancia, y

2.- Su arribo a la presidencia del Distrito de Riego en el 2018 fue muy cuestionado, sobre todo porque se evidenció la intervención de sospechosas fuerzas totalmente ajenas al gremio, que presionaron y operaron a su favor para que llegara.

¿Que sumará acelerados? Sin duda, pero también provocó ya que más de cuatro paren orejas en el PRI, por aquello de los arribistas y los advenedizos acostumbrados sólo a cachar elevaditos, no a corretear la pelota ni a sudar la camiseta…

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