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Alfonso Reina Villegas: Construye oportunidades

Con su padre como inspiración de vida y trabajo, aunado a su inteligencia y visión de negocios, Alfonso Reina Villegas logró poner a su empresa Construplan(Especial)

El empresario ha edificado una carrera a lo largo de 40 años con una visión internacional y hoy lidera al gremio de constructores de Sonora


HERMOSILLO, Sonora.- Con su padre como inspiración de vida y trabajo, aunado a su inteligencia y visión de negocios, Alfonso Reina Villegas logró poner a su empresa Construplan como una de las punteras en el ramo de la construcción a nivel internacional.


De actuar sencillo, el empresario se describe como un hombre que se formó desde abajo normado por valores que considera fundamentales como la familia, la honestidad y la humildad, los que imprime a todas las actividades que realiza.


Reina Villegas también se asume como quien supo aprovechar los malos y los buenos tiempos de la economía de México y el mundo para apuntalar su empresa, como la crisis mexicana en 1995 y el Tratado de Libre Comercio que entró en vigor un año antes.


Una frase envuelve el legado empresarial del sonorense de 70 años de edad y originario del pueblo de Átil: “Por más chiquito que sea el paso que sea para delante y no para atrás, que esta es una carrera de resistencia y de no darse por vencido”.

¿Cuál podría decir que es su ejemplo y su inspiración en su formación como empresario?


Alfonso Reina Villegas (ARV).- Mi padre fue una inspiración en su lucha, yo lo admiré porque ganó el Premio Nacional de Economía en 1958 con un libro que se llamó ‘La Industria de la carne en México’ y el salió de un pueblo en Átil, donde vivía sin nada, descalzo.


Tenía una beca del general Lázaro Cárdenas para estudiar en Chapingo y cuando llegó los acuerdos presidenciales eran como mil y no los pudo cumplir, terminó estudiando Economía en el ITAM, fue uno de los primeros economistas.


El Gobernador Faustino Félix lo invitó como el primer Secretario de Ganadería y creó la clasificación de la carne, después que el precio de la carne era controlado. Es la visión que tenemos que tener los sonorenses para crear cambios estructurales que verdaderamente nos transformen y nos lancen a otro nivel, él es mi inspiración.


¿En qué momento nace su empresa?


(ARV).- Trabajaba en el Fonatur como subgerente de infraestructura nacional, me dedicaba a la planeación y diseño de la infraestructura de los desarrollos turísticos. Mi esposa y yo habíamos encargado al primer hijo, yo viajaba a Iztapa, Cancún, Huatulco, y en la Ciudad de México.


Me vine de vacaciones un diciembre y en la tranquilidad de Hermosillo después del acelere y locura de México, dije: ‘No, pues mi hijo no me va a conocer’ y entonces un pariente de mi esposa me dijo que iba a construir unas casas y me preguntó si me interesa y le dije que sí.


Renuncié y me vine y empecé a construir casas y empezó la aventura, dije ‘más vale que vaya y me trate de independizar antes que termine el gobierno’ y le atiné, siempre quise emprender algo.

¿Cuál fue la etapa más difícil que le tocó vivir en su empresa?


(ARV).- La que yo recuerdo más en 1982 cuando López Portillo nacionalizó la banca, yo ya llevaba dos años con Construplan, me había empezado a ir bien y en ese momento yo compré una máquina en Phoenix, una máquina excavadora y la debía en Estados Unidos, pero esos mismos 100 mil dólares los tenía en México.


Pero al nacionalizar la banca y no había muchos dólares en el País, el dinero que tenía en el banco me lo convirtieron en un tipo de cambio que le llamaron ex dólar, por decir, si ellos los pagaban a 13 pesos y para pagarle a Estados Unidos en el mercado estaba en 20, y fue una situación muy difícil porque no hay cosa más triste que no tener trabajo, no hay cosa más triste que ver a los profesionistas que salen de las escuelas con toda la ilusión de cómo padre decirle ‘estudia, prepárate’ y que no tengan trabajo.


Cuando salí de la escuela, el País tenía una capacidad para ofrecer trabajo tremenda, pienso que esos fueron momentos muy difíciles porque no había trabajo y después cada seis años era crisis tras crisis, obviamente como dicen vas agarrando experiencia y las crisis las tomas mejor.


Después aunque hubo una crisis con Zedillo, pude librar esa crisis porque ya había logrado alianzas con grupos en Estados Unidos. En el momento más difíciles de las crisis, habíamos cerrado contrato con una empresa canadiense para construir una minera que se llama Nyco, hicimos una carretera e hicimos una mina, fueron los mejores momentos como empresa en los peores momentos del País. La estrategia que pusimos dio resultado.

¿Qué tan difícil es para un empresario abrirse en el sector privado cuando en su mayoría han sido obras del sector público?


(ARV).- Fue una estrategia, estando en el Tecnológico de Monterrey tuve la oportunidad de ganarme una beca que me dio la Fundación Honeywell y General Electric para terminar mi carrera en la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos y terminé mi carrera y regresé a México y terminé en el Tecnológico de Monterrey.
Siempre vi que nuestra liga con los Estados Unidos era muy importante, a través de la Cámara, de los Colegios de Ingenieros, cuando salió el Tratado de Libre Comercio habría interrelaciones con colegios de Estados Unidos, me tocó conocer muchos empresarios, técnicos, y a través de esa interrelación abrió un apetito a las empresas norteamericanas y extranjeras para venir a conocer qué podían conocer y hablando inglés, teniendo un título americano, al inversionista extranjero le da confianza y yo aproveche eso para poder hacer una relación.

Hermosillo tiene un dinamismo en construcción, en desarrollo inmobiliario, torres, ¿cómo ve el potencial de la ciudad para los constructores y los mismos sonorenses?


(ARV).- Veo a Hermosillo como una ciudad estratégica, como una ciudad que tiene un potencial muy fuerte, tenemos que trabajar más en la planeación a largo plazo de la ciudad, con un reto muy grande, primero es la seguridad.


El segundo reforzar la infraestructura en aspectos de agua para poder verdaderamente dar un crecimiento equilibrado en la ciudad, pero yo diría que la seguridad, por que si no hay seguridad por más bien que estemos, vamos a perder la oportunidad que tenemos con el tratado porque estamos en una localización estratégica pegados al mar, a los Estados Unidos, con excelentes universidades, tenemos calidad de vida.

¿Qué le diría a empresarios, emprendedores, a quienes quieran iniciar un negocio en la actual coyuntura económica, política, social?


(ARV).- Que estudien muy bien qué es lo que van a emprender, qué influencia tiene su emprendimiento en el mercado, les diría que no hay magia, que aquí hay que trabajar.


Me ha tocado dar conferencias a personas que se van a graduar y les digo que esto es poco a poco, un paso adelante, aquí lo importante es por más chiquito que sea el paso que sea para delante y no para atrás, que es una carrera de resistencia y de no darse por vencido.


Básicamente estar analizando constantemente su entorno y poderse diferenciar de sus competidores, pero no hay magias.


“No hay cosa más triste que no tener trabajo, no hay cosa más triste que ver a los profesionistas que salen de las escuelas con toda la ilusión de cómo padre decirle ‘estudia, prepárate’ y que no tengan trabajo”.


Alfonso Reina Villegas
Presidente de la CMIC Sonora


Responsabilidad = 
Eficiencia y resultados

La oportunidad de estudiar en Estados Unidos, trabajar en proyectos turísticos del País y asociarse con una de las empresas constructoras más grandes de Arizona, sentaron las bases para que Alfonso Reina Villegas lograra formar una de las empresas más consolidadas en el ramo de la Construcción.


Construplan fue fundada hace más de 40 años y aunque las crisis económicas se han sentido, el ingeniero Reina destaca los grandes momentos de su empresa, como asociarse con la empres Via Sun Corp de Arizona para construir varios Walmart y Sam´s Club en todo el País.


En este tiempo Reina Villegas ha sabido manejar su papel como empresario y como hombre de familia, su afición por el aeromodelismo fue parte para poder tener tiempo de calidad con sus hijos.
“Estoy acostumbrado en mi vida, en mi trabajo, en los lugares que me ha tocado estar, me he basado en manejarme con responsabilidad y esa responsabilidad está basada en dar resultados con eficiencia, si no tenemos resultados de nada sirve”, expresa Alfonso Reina Villegas.


La filosofía de vida con la que el empresario logró edificar una de las empresas del ramo de la construcción más grandes en el País, la tomó de su padre, un hombre que salió de un pueblo de Átil y a base de esfuerzo y estudio obtuvo el Premio Nacional de Economía en 1958.


Su empresa Construplan durante sus primeros años destacó en el área de pavimentos y carreteras y participó en proyectos como la Cuatro Carriles de Sonora, después detonó en el área industrial con la obra de la Mina Nyco.


Este fue el parteaguas para comenzar a realizar obras de proyectos electromecánicos para la industria automotriz y para el área de alimentos y bebidas, y posteriormente el desarrollo de la división pesa de proyectos de minados como perforación, volcadura, carga y acarreos.


Su experiencia en el sector de la construcción la transmite a futuros ingenieros y emprendedores para que se enfoquen en su meta y den pasos sólo hacia delante, pero además a los del mismo sector con su recién nombramiento al frente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Sonora.


Las enseñanzas que yo recibí de mi padre, de optimismo, de buscar en el lado más oscuro, él me enseñó a encontrar el lado bueno y creo que tenemos que empezar a ver las cosas en el vaso medio lleno y no medio vacío, tenemos que buscar el sí y el cómo sí”.

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