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CARRUSEL: Chayito Quintero arde en deseos de que la destituyan

Chayito: comulgando en tierra ajena…
Chayito: Comulgando en tierra ajena…
La alcaldesa Chayito Quintero anda buscando desesperadamente que el Congreso del Estado la someta a juicio político y la destituya, para poner fin al ayuntamiento más caótico que se recuerde en Navojoa.

Sólo así se entiende que en vez de solucionar o por lo menos aplacar problemas, los multiplique y les atice, como para dar la razón en definitiva a quienes están pidiendo su cabeza, basados en denuncia documentadas sobre corrupción e ingobernabilidad.

En el Organismo Operador del Agua, por ejemplo, cuando parecía que los ánimos se apaciguaban después del choque de la alcaldesa con el sindicato, ella misma acaba de arrojarle otro baldazo de gasolina: no sólo retuvo el pago quincenal de los empleados, sino que puso a 65 de ellos a disposición de la Junta de Conciliación para que recojan ahí su liquidación.

La maniobra vuelve a exhibir la careta de hipocresía con la cual se conduce, pues no hace muchos días los llamaba a la unión y la reconciliación para que volvieran a sus labores después de una serie de paros de protesta, asegurándoles que no habría represalias.

Con la misma frescura con la cual miente en sus recurrentes discursos melosos y lacrimógenos volvió a sacar el garrote de la represión, que ya había utilizado cuando despidió al líder sindical Orlando “Polito” Larra.

Encima, por si algo más hiciera falta para seguir hundiendo al Oomapasn, la señora decidió despedir también a Luis Arturo Muñoz Contreras cuando éste ni siquiera había calentado la silla como Director Administrativo –apenas tenía 3 meses-, porque según la vox pópuli, el funcionario se negó a cubrir pagos de proveedores “bendecidos” por el hijo incómodo de la alcaldesa, Irving Escoboza.

La salida de Muñoz, operada directamente por el flamante y nefasto Jefe de la Oficina de Presidencia, el poeta Jesús Guadalupe Morales, tuvo hasta ribetes de tragedia, porque el hombre casi sufrió un infarto al recibir la amenaza de que sería acusado por peculado, por no haberse plegado a las órdenes y las machincuepas del hijo incómodo.

De ese pelo el desaguisado, Una raya más al tigre en el desgarriate de una paramunicipal que fue tomada como caja chica, y donde en apenas un año y cachito ya han desfilado tres directores generales y cuatro administrativos. ¡Qué récord!

Ahora, como relevo de Muñoz Contreras, firmará Mario Glen Soto Zazueta, a quien seguramente ya le leyó la cartilla el infumable escribano, para que sepa a qué se atiene si no le abre la caja registradora al orgullo del nepotismo, que ha demostrado ser un hacha para eso de los negocios al amparo de su madre.

Con tantos fierros en la lumbre -más los que aviente esta semana-, uno pensaría que la alcaldesa se sienta en su oficina a meterle cacumen al asunto para ver cómo desenreda tanto entuerto que ella misma provoca, pero ¡qué va!, la mujer anda desolotada, placéandose según ella para posicionarse políticamente como candidata a la diputación federal por el séptimo distrito.

Ya anduvo hace días en Huatabampo y este fin de semana le tocó a Etchojoa, municipios a los cuales se desplaza oooobviamente a bordo de la Suburban oficial, en un claro y descarado desvío de recursos al que se suma la entrega de despensas y otros apoyos que generosamente reparte entre supuestos liderazgos políticos para que le alleguen adeptos.

Naturalmente, la organización de sus giras corre por cuenta del poeta Morales Valenzuela, con mayor razón la de Etchojoa, de donde es oriundo.

Si la sola idea de candidatearse para diputada federal se ve jalada de los pelos habida cuenta de su desastroso papel como alcaldesa, menos se ve qué partido se aventaría el volado de postularla, para empezar porque su anterior padrino, el Encuentro Social, hasta el registro perdió, y en Morena no la pueden ver ni en pintura.

Con un panorama tan desolador y sus ínfulas de que ella es “la marca” y no necesita de nadie –salvo del poeta, para que le llene la cabeza de humo-, no es descartable que sueñe con lanzarse como candidata independiente.

Eso entraña un doble problema: necesitará armar una estructura de apoyo que hasta los mismos partidos batallan para conformar, y dos: dinero, muuucho dinero.

Hasta eso que según los enterados, el poeta es capaz de convencerla de que puede armarle los cuadros necesarios, y en cuanto al dinero no parecería tan problemático si sigue metiéndole a sus giras los recursos del ayuntamiento de Navojoa o si, como se ha visto especulando desde hace tiempo, las arcas de Oomapasn han servido para engordar el “cochinito” para eso y mucho más.

En cuanto a sus ambiciones políticas la señora se mueve sin escrúpulo alguno bajo la línea de que el fin justifica los medios, aunque termine por generar más suspicacias y choteos que simpatías.

Dos casos de esta semana dan cuenta de ello:

En la parrillada que organizó el patronato del Asilo de Ancianos de Navojoa para allegarse recursos –porque la alcaldesa les retiró una partida mensual, que ya será repuesta por acuerdo de Cabildo-, la encampañada dama arribó con un séquito de acompañantes ¡sin pagar boleto! Pero eso sí: pidiendo el micrófono.

Educada pero firmemente, los organizadores le negaron el aparato aclarándole que el evento era altruista, no político. Todavía fueron condescendientes regalándole tres boletos de acceso, que obviamente no alcanzaron para todos los gorrones que llevaba.

El segundo desfiguro se dio este domingo en El Bacame, Etchojoa, donde sin rubor alguno la alcaldesa tiró en la banqueta su membresía en iglesia protestante, se metió a una misa católica y comulgó.

Lo que no se sabe es si cumplió con el ritual completo de confesarse y recibir penitencia como paso previo y obligatorio para la comunión, pero eso sí, aprovechó la recta para que la feligresía la viera luciendo su sonrisa panorámica.

A como anda de espirituada, no sería nada extraño que al rato se le mire en las colonias repartiendo La Atalaya, abrazando a los Mormones o averiguando dónde hay bautizos, quince años, bodas o de perdida velorios, con tal de hacerse la aparecida con su séquito de lambiscones.

Y si en los jolgorios o los entierros hay micrófonos, vale más que los vayan cuidando, porque “anda que se las pela” por arrebatarlos.

De plano: anda desatada la locura…

Victor Fausto Silva Duran
periodismocomoes@gmail.com

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