CARRUSEL, Carlos Morales Buelna: su achichincle lo evidencia

Carlos Morales Buelna: su achichincle lo evidencia

1.- Hay quienes insisten en nadar de muertito…

2.- Alfonso Durazo: otro raspón con maniacos

3.-. AMLO: ¿el problema es el timón o el timonel?

A propósito del enésimo accidente vehicular con jornaleros agrícolas el pasado jueves en la Costa de Hermosillo, escribimos aquí:

“Nada más falta que entre los accidentados haya menores de edad, para que también este inepto (Carlos Morales Buelna, Director del Transporte) salga con que apenas iban a su primer día de trabajo, porque de dientes para afuera, en Sonora está desterrada la explotación infantil”.

Con los antecedentes de casos similares y la tibia, si no es que cómplice actuación de las autoridades, no se necesitaba título de pitoniso para sospechar lo que volvió a confirmarse: en el volcamiento de la Costa iba también un menor de edad, de 11 años.

De esos que tienen prohibido trabajar. De los que según el Secretario del Trabajo Horacio Valenzuela han provocado que tenga la boca chueca de tanto advertir a los patrones que no deben contratarlos, porque va contra la ley. Ya se ve el caso que le hacen, y/o el temor que le tienen a sus inspecciones en los campos agrícolas.

Sin embargo, en honor a la verdad, debe abonársele al titular del Trabajo que al parecer ya se puso las pilas, porque se cansó de que le estén jalando las orejas desde arriba o de que los patrones se pitorreen de él exhibiéndolo como negligente o como inepto, porque ahora sí salió pronto a dar la cara.

A diferencia del camionazo de Vícam, donde fungió como abogado patronal, aquí no titubeó: confirmó que el niño estaba trabajando en el campo a donde eran conducidos los jornaleros.

Luego mostró dotes de adivinador sobre las posibles causas del volcamiento (que hasta eso, no le compete esclarecer), pues “todo parece indicar que el vehículo iba sobrecargado”.

¡Brujo! ¿Cómo metes a más de 20 trabajadores en una camioneta tipo Van, si no es como sardinas?

A diferencia del titular del Trabajo, el que de plano se remató fue el delegado del Transporte en Hermosillo, Daniel Ocobachi, pues salió con la ocurrencia de que está esperando el peritaje de Tránsito para delimitar responsabilidades, un manejo chapucero del fondo real del problema.

Y es que si Transito confirma que técnicamente la causa fue una ponchadura de llanta, Ocobachi estará más que presto para salir con la batea de babas de que eso le pasa a cualquiera, lo que de ninguna manera exime a los transportistas de culpa, primero porque se supone que su concesión los obliga a prestar un servicio decoroso y seguro, y luego por retacar de manera tan infame unidades visiblemente inadecuadas, por su escaso cupo y su modelo, tipo Matusalén.

La postura comodina de Ocobachi no hace más que evidenciar la de su jefe Carlos Morales Buelna para seguir nadando de muertito, solapando un problema que periódicamente les revienta en las manos a las autoridades del Trabajo y del Transporte.

A Horacio Valenzuela porque en los campos agrícolas sigue contratándose a menores de edad, y a Morales Buelna porque sin importar edades, los pobres jornaleros son transportados en viles latas sardineras cuyo único insumo garantizado es la gasolina, para seguir sacándoles raja a costa de la necesidad ajena.

(Por cierto, según Horacio Valenzuela, esta semana dará a conocer si ya multó o metió al bote a los patrones que se ha venido pitorreando de la ley. Veremos y diremos).

                                 Noticias del lado oscuro

Alfonso Durazo: otro recomendado, maniaco

DE LA POLACA A LO POLICIACO.-  Cero y van dos contra el canciller Marcelo Ebrard y Alfonso Durazo: acaba de darse a conocer que el cónsul de México en Tucson, Guillermo Rivera Santos, tuvo que ser removido luego de que una asistente lo denunció por acoso sexual y laboral, además de haber usado las oficinas consulares para reuniones proselitistas de Morena.

El único mérito de este amiguito para colarse a Relaciones Exteriores fue haber dirigido dicho partido en Nogales…de donde se embolsó la recomendación de Alfonso Durazo para ocupar el cargo.

Con éste ya son dos recomendados que le tumban a Durazo en la SRE. El otro, un cajemense, también fue nombrado cónsul y tuvieron que quitarlo al descubrirse que traía “cola”, para variar, por delitos de tipo sexual.

La SRE de Ebrard ya parece catálogo de maniacos… con raspón para Durazo, por recomendarlos.

DE POLACO A NARCO.- Otro que no hizo malos quesos brincando de lo polaco a lo policiaco fue el expresidente del PRI en Nogales, Ramón Alberto Fuentes Cruz, quien se declaró culpable de narcotráfico en una corte federal de Arizona.

Ahora entrará a la etapa de esperar cuántos años le asignarán obligatoriamente en el curso de “Inglés con barrotes”, pero por lo pronto su admisión de culpa ya le pasó la chamuscada a la diputada local por Nogales, Leticia Calderón Fuentes y a quienes la postularon (Morena-PT), pues el hoy narco confeso fungía como su jefe de asesores.

Con esos asesores, ¿para qué quieres enemigos?

¿ES EL TIMÓN O ELTIMONEL?- Perdida entre muchas notas y el kilométrico puente –como para que nadie se diera cuenta- , surgió una declaración como para parar oreja: el subsecretario de Hacienda Gabriel Yorio anunció que “habrá cambio de timón para crecer más; vamos a tener que cambiar el modelo de crecimiento y la estructura de la economía”.

López Obrador: ¿pues que no íbamos muy bien?

La declaración de Yorio no es un asunto menor: no la soltó cualquier mequetrefe ni el barrendero del palacio, que en todo caso ya estarían despedidos y tachados de neoliberales y conservadores. La hizo un funcionario de alto nivel y obviamente puede provocar un impacto internacional sobre la cacareada buena marcha de la economía mexicana.

¿Pues no ha dicho López Obrador que el crecimiento económico no importa? Entonces, ¿no vamos requetebién por las maravillas alcanzadas en la Cuarta Transformación?

¿Por qué ahora sale este amiguito con una burrada de esas cuando López Obrador insiste en que el pueblo “está feliz, feliz, feliz” por la forma en que conduce al país?

Yorio habla de “cambio de timón”, pero vistas las cosas así, el pueblo sabio y bueno también puede recelar y cuestionar: ¿el problema será el timón, o el timonel?