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Carrusel: Macario todavía no petateaba… ¡Y ya andaban repartiendo el menudo!

Rodríguez Varela: Entró a la leonera
Hasta su último día como Secretario del Ayuntamiento, Jesús Guadalupe Morales fue ave de tempestades.

Por supuesto que la sesión de Cabildo de este sábado no podía ser la excepción y hubo show hasta que cayó el telón, sólo que tramoyistas oficiosos echaron a perder su salida como diva de los escenarios.

Una pifia que seguramente le cayó al poeta como baldazo de agua fría fue evidenciada por alguien que tuvo la curiosidad de abrir temprano la página oficial de Ayuntamiento.

En ella se daba cuenta de que el Cabildo había aceptado la renuncia que él calificó de irrevocable -como si algún palero ingenuo le fuera a pedir que se quedara-, cuando el cuerpo edilicio ¡ni siquiera había iniciado la sesión!

La regidora panista Berenice Jiménez no se anduvo por las ramas al ubicar como autor del gazapo a Nazario Medina, presunto Director de Comunicación en funciones.

Eso abrió la puerta para que surgiera el eterno reclamo de que todo era un circo orquestado, una faramalla más para pasar por alto al Cabildo apoyándose en el mayoriteo morenista.

Quienes cambiaron la página oficial seguramente pensaron que si de todas maneras el poeta se iría, por su férrea, indeclinable y sobre todo propia decisión de tirar el arpa, ¿qué más daba darlo por hecho y anunciarlo antes o después, especialmente considerando que la oposición tenía meses reclamando su cabeza?

Sin embargo, en vez de ganarles el ánimo festivo porque por fin saldría de la pista el payaso de las cachetadas, a los regidores del PRI les ganó la indignación por el ninguneo y decidieron abandonar la sesión “para no prestarse a un circo”…como si no tuvieran meses participando en sus funciones.

Por voz de la regidora Remedios Pulido, los priistas calificaron la previa publicación del relevo como una falta de respeto no sólo para el Cabildo, sino para los navojoenses.

Pero en fin, como decía el extinto periodista Alejandro Olais Olivas: “cada quien juega a la matatena como mejor le entiende”.

El caso es que, ensimismado en sus pensamientos sobre lo que pudo ser y no fue, al villano favorito eso le valía un soberano cacahuate. Lo que más debió dolerle fue la traición, la puñalada trapera recibida desde su propio equipo, de los propios asesores que él contrató y que cantaron públicamente su salida cuando ni siquiera se había hecho oficial.

En cuestión de horas era la segunda patada que recibía en salva sea la parte, porque indiscutiblemente que la primera se la recetó la alcaldesa al decidir su salida.

Es como si algún cristiano estuviera en las últimas pero sin entregar todavía el equipo, y en su casa ¡ya estuvieran repartiendo el menudo del velorio! ¿En qué cabeza caben esos desfiguros, pues? Sólo en el Ayuntamiento de Navojoa.

Y si al lisonjero poeta lo dieron por muerto antes de tiempo los que él suponía eran sus cortesanos, a segundo plano pasaron reclamos tan insignificantes de que según la ley, los regidores deben recibir 24 horas antes la propuesta de relevo para analizarla concienzudamente. Aquí esos son pelillos a la mar: para la alcaldesa Chayito Quintero aquí aplica la vieja máxima de Porfirio Díaz: “mátalos en caliente” o la más actualizada en la 4T: ¡Al diablo las instituciones!
Teresita Álvarez: Primer escopetazo

Al mismo cajón de la basura fue a parar fue la balbuceante explicación del poeta, de que se retiraba para dedicarle más tiempo a la docencia, y el revire de la regidora morenista Teresita Álvarez sobre la incongruencia de que por un lado diga eso y por el otro esté por aceptar nuevo cargo, ahora como Jefe de Oficina de la Presidencia. ¿Con qué tiempo, pues?, le espetó.

Comentamos ayer en este espacio que su sucesor en la Secretaría, Francisco Rodríguez Varela, merecería recibir el beneficio de la duda de parte del Cabildo, pero una vez puesto su nombre sobre la mesa, la propia Teresita Álvarez le soltó el primer escopetazo, al argumentar que no puede ocupar ese cargo “un golpeador de mujeres” que todavía tiene abierto un proceso penal por dicho motivo.

¡Tómala!

Como para que Rodríguez Varela vaya viendo en qué leonero se metió…o lo metieron, aunque la alcaldesa quiso entrar al quite y terminó raspándolo:

“Eso fue en el 2015, y no hay impedimento porque no ha habido sentencia”.

No, pues sí. Así de claro ni quién diga nada.

Como ve, estimado lector, la última función de circo del poeta estuvo bastante movidita. Seguramente en lo sucesivo se le extrañará en lo físico, más no en el manejo de los hilos, pues como en el teatro de marionetas apueste usted que intentará seguir moviendo los hilos, porque renunciar al poder no es una cualidad de quienes se creen el non plus ultra de la política.

Habrá que ver si Rodríguez Varela es de los que se deja mangonear, porque de ser así, lo único que se constatará es que la alcaldesa mantiene su perverso juego de cambiar para que todo siga igual.

No pasará mucho tiempo para averiguarlo…

(Explicación al canto: dirá usted que el encabezado de esta columna nada tiene que ver con el defenestrado poeta, pero en realidad no es así, porque bajo el seudónimo de Macario Ruiz Cetrino, el escribano se da a la tarea de bañarse en autoelogios a través de las redes sociales, en textos donde ¡por supuesto! también rinde abyecta pleitesía a la alcaldesa. La composición de su ficticio nombre es quizá un juego de palabras a los que es tan adicto: Macario puede significar en realidad Macabro, porque le gusta creerse un Maquiavelo de huarache, y Cetrino por “melancólico y adusto”, como lo define la Real Academia de la Lengua. Como sea, en Navojoa se le conoció como el payaso de las cachetadas).

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